La odisea del vuelo EX-47001 de MotoGP para llegar a Argentina

Tras dos años de ausencia en el calendario MotoGP a causa de la pandemia, el Gran Premio de Argentina 2022 se ha visto afectado por problemas logísticos que han obligado a suspender la jornada del viernes, habitualmente destinada a la celebración de los dos primeros entrenamientos libres de cada categoría.

La primera señal de alarma la lanzó la cuenta oficial del gran premio argentino en sus redes sociales el pasado sábado, cuando informó que cuatro de los cinco aviones cargo que tenían previsto su aterrizaje en el aeropuerto de San Miguel de Tucumán, a 91 kilómetros del circuito, habían tomado tierra.

En un primer momento, se pensó en un retraso sin consecuencias del quinto avión, cuando faltaban, aún, cinco días para que los equipos empezaran a montar los boxes de cara al gran premio.
Sin embargo, ese quinto avión, que trasladaba material de diversos equipos que se veían afectados, como son Ducati, KTM, Suzuki, Yamaha, Tech 3, VR46, Gresini y el suministrados de neumáticos, Michelin, nunca llegó a su destino. El problema fue una avería en una de las escalas de su viaje a Lombok (Indonesia), que le dejó tirado en Mombasa (Kenia).

Ante la imposibilidad de solucionar la avería de forma inmediata, el promotor del Mundial, Dorna, recontrató a uno de los aviones que había llegado a Tucumán el sábado para que volara, de nuevo, hasta Lombok, sede del último gran premio hace dos semanas, recogiera el material y regresara, de nuevo, a Argentina.

Ahí empezó la increíble odisea del vuelo EX-47001, que tras un servicio que nada tenía que ver con MotoGP, viajó hasta Lombok el 30 de marzo, cargo las cajas y el mismo miércoles emprendió el largo vuelo de regreso a Argentina.

La mala suerte quiso que el aparato de la empresa AeroStan, con sede en Kirguistan, antigua república soviética, llegara a Mombasa y sufriera un problema técnico en una de sus válvulas. Informados de la situación, el equipo logístico de Dorna, dirigido por Carles Jorba, que viajó de inmediato a Kenia para dirigir el operativo, encargó dos recambios de las piezas averiadas, que llegaron finalmente al aeropuerto de Mombasa el jueves por la noche para proceder a la reparación.

De madrugada, el vuelo EX-47001 despegó de Mombasa rumbo a Lagos, primera escala del viaje, donde aterrizó a las 9:26 de la mañana hora local (10:26 CET) tras un primer trayecto de cuatro horas y 45 minutos. Tras una larga escala para repostar, el avión volvió a despegar a las 14:13 horas CET con destino a Salvador de Bahía, en Brasil, donde ya aterrizó.

Tras el reportaje y revisión del avión, una maniobra idéntica a la que el Boeing 747-222B realizó el pasado 26 de marzo en dos horas y 25 minutos, afrontará la última parte del viaje, entre Salvador de Bahía y el aeropuerto de San Miguel de Tucumán, en Argentina, un viaje previsto de unas cuatro horas.

Con estos cálculos aproximados, el avión más famoso de la historia de MotoGP, volverá a alzar el vuelo desde Salvador de Bahía en torno a las 6:00 de la tarde en Tucumán, donde está previsto que aterrice en torno a las diez de la noche hora local.

Una vez en el Aeropuerto Internacional de Tucumán Teniente Benjamín Matienzo, el vuelo EX-47001 pasará un control de aduanas exprés dentro de la misma nave, para, a continuación, descargar las cajas a los caminos que estarán esperando a pie de pista y trasladarlas al circuito, en Termas de Río Hondo a poco menos de cien kilómetros de distancia, un viaje que habitualmente se realiza en algo menos de dos horas, para que el material llegue al paddock sobre la media noche hora local.

Una vez llegue el material, habrá diez camiones listos en el aeropuerto para trasladarlo hasta el circuito. Allí estarán esperando siete equipos de operarios con autoelevadores para descargar todo el material y repartirlo a los equipos según corresponda.

A partir de entonces,  los equipos afectados comenzarán una carrera contrarreloj para montar los boxes y las motos para que el sábado por la mañana pueda empezar la acción en pista.