Historias top 2019, #16: IndyCar opta por el aeroscreen

Es fácil ser duro o insensible sobre la vida de otra persona en lugar de la propia, por lo que hubo algunas protestas de algunos fans cuando IndyCar confirmó el pasado mes de mayo que en 2020 introduciría el Aeroscreen desarrollado por Red Bull Advanced Technologies.

Aquellos con una mejor perspectiva sobre el progreso en las regatas aplaudieron la decisión. Considerando que todos los demás aspectos de la seguridad de la cabina han mejorado a lo largo de los años, había empezado a parecer verdaderamente incongruente que las cabezas de los pilotos hubieran quedado tan expuestas y vulnerables, a pesar de las mejoras en la tecnología de los cascos.

Inicialmente IndyCar había trabajado en un dispositivo más atractivo y de aspecto más sencillo de PPG, que se parecía a una versión extendida y elevada de lo que se veía en los PC6 de Penske desde hace 40 años. En 2018, Scott Dixon probó esta pantalla en el ISM Raceway de Phoenix y Josef Newgarden hizo lo propio en el Indianapolis Motor Speedway, y ambos campeones quedaron impresionados por la poca distorsión de la visión que habían experimentado, a pesar del aspecto previsiblemente apretado del dispositivo.

Sin embargo, esa creación no resultó ser tan fuerte en las pruebas de impacto como lo hecho por la pieza construida por Red Bull, un dispositivo que incluye un marco superior en forma de herradura construido en Pankl -sí, similar al halo de F1- y un puntal central, envainado en una pantalla laminada fabricada por PPG. Tanto la pantalla como el bastidor han respondido a todas las expectativas en las pruebas de impacto, y este combo es lo que todos los IndyCars utilizarán en 2020.

En octubre, entrevistamos a Tim Baughman, director de seguridad de pista de IndyCar, quien elogió efusivamente a la serie, no sólo por mantener al equipo de seguridad al tanto durante todo el desarrollo del aeroscreen, sino también por buscar activamente consejo y seguirlo. El resultado es una construcción que, contrariamente a las preocupaciones expresadas por algunos con respecto al acceso a la cabina en caso de accidente, no ha producido más que una alteración del procedimiento para los equipos de seguridad.

Pero también fue interesante observar cómo Baughman -un humanitario tan considerado como se podría esperar encontrar en un paddock de carreras- cree que el aeroscreen es el siguiente gran paso en la protección de los pilotos, y que su deseo era que se hubiera inventado muchos años antes.

Él, como la mayoría de los demás, no cree que la presencia de la pantalla disminuya de alguna manera la imagen de gladiador de los pilotos de IndyCar, como tampoco cree que los pilotos del WEC de Audi fueran considerados como debiluchos, o que perdieran una parte significativa del desafío del deporte, cuando el fabricante de Ingolstadt cambió del R8s/R10s/R15s de cabina abierta al R18 de techo cerrado.

Es un hecho que en las carreras, durante la última década, los accidentes que han causado lesiones en la cabeza, y escapes asombrosos de lesiones en la cabeza han sido casi todos casos en los que la víctima no era responsable del accidente. Por lo tanto, no es razonable esperar que un piloto se arriesgue a sufrir daños craneales innecesarios cuando hay una alternativa disponible, como el aeroscreen.  

Se supone que nadie que lea esto le pediría a un piloto de IndyCar del siglo XXI que corriera vestido con camiseta, pantalones y casco de corcho, como sus homólogos de hace 70 años, así que ¿cuál es la diferencia? Seguramente Mauri Rose, Ted Horn y sus compañeros no habrían despreciado las medidas de seguridad actuales si hubieran sido accesibles en su época.

No hay duda de que la estética del nuevo aditamento requerirá un poco de tiempo para acostumbrarse, especialmente cuando se ve desde la posición de frente, ya que las ilusiones ópticas hacen que parezca que la parte superior de la pantalla es más ancha que la inferior. En altas velocidades, el marco de la pantalla también se ve más voluminoso. Pero todo el mundo se acostumbrará; siempre lo hacen. La mayoría de nosotros incluso nos acostumbramos a esos feos aerokits de fabricantes, que se veían mal desde casi todos los ángulos.

El aeroscreen, en cambio, se ve elegante desde cualquier punto de vista, con la ayuda de equipos que utilizan el marco superior en el color de la carrocería como un área para colocar las calcomanías de sus patrocinadores.

Aquellos pilotos que han probado con la pantalla también han quedado impresionados con ella, aunque encontrar una forma de ventilar la cabina -en particular, la zona del casco del competido- ha sido problemático y puede dar lugar a que se introduzcan accesorios que fuercen la entrada de aire en el casco, siguiendo el estilo de NASCAR. Pero no hay manera de que alguien pueda considerar este pequeño inconveniente como una razón válida para retrasar su introducción.

Muy pronto, todo el mundo tratará los efectos secundarios como si fueran un tema irrelevante, su aspecto novedoso se desvanecerá y, por fin, podría considerarse como un gran paso adelante dentro del deporte motor.

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