Toyota descubrió la falla que afectó a Ogier en Turquía

Hace poco más de una semana, Sébastien Ogier se vio obligado a ceder el liderato del campeonato de pilotos del WRC a su compañero de equipo Elfyn Evans debido a un retiro en la penúltima etapa del Rally de Turquía.

El seis veces campeón del mundo se detuvo a pocos kilómetros de la línea de meta en la última jornada debido a un fallo en el motor de su Toyota Yaris WRC, impidiéndole sumar puntos importantes en la búsqueda de su séptimo título dentro de la especialidad.

Después de Turquía, sin embargo, Ogier cayó al segundo lugar del clasificador, 18 puntos detrás de su compañero de equipo Elfyn Evans, quien está liderando de forma inesperada.

Una vez que los coches regresaron a las instalaciones de Puuppola, el motor del Yaris de Ogier fue enviado a Colonia (donde se construyeron los motores 1.6 WRC) para ser analizado y para encontrar la causa que obligó al francés a retirarse. Después de las comprobaciones necesarias, Toyota pudo saber qué fue lo que falló.

"El sistema que usamos que cambia de marcha funciona con un motor eléctrico", explicó Tom Fowler, director técnico de Toyota Gazoo Racing WRC. "El imán es parte de ese motor y fue el propio imán el que falló. Se hizo añicos".

"Creemos que hubo un defecto de fabricación en el imán. Lo estamos investigando y tratando de entender la razón de esta falla porque estaba dentro de los límites de su operación”.

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“Lo único que sabemos en este momento es que el primer cilindro no funcionaba. Echamos un vistazo al interior del motor cuando el coche regresó de las especiales. A través de los primeros análisis pudimos comprender que el primer cilindro no funcionaba, pero hasta que se desmonte el motor y se realicen estudios exhaustivos, será difícil entender qué causó la rotura del imán”.