El Toyota #8 sufrió "grandes daños" por una ardilla en Le Mans

En la 16º hora de carrera, Ryo Hirakawa perdió rápidamente tiempo contra el Ferrari #51 de Alessandro Pier Guidi, que lo perseguía, y la ventaja de 12 segundos del piloto japonés se esfumó en el transcurso de un solo stint.

Cuando Hirakawa devolvió el Toyota 8 a boxes, el equipo se vio obligado a cambiar toda la parte delantera del coche, lo que permitió que el Ferrari 51, que había parado al mismo tiempo, se pusiera en cabeza.

El Toyota #8 compartido por Hirakawa, Brendon Hartley y Sébastien Buemi se mantuvo en la lucha por la victoria a pesar de ese contratiempo, incluso intercambiando posiciones con el Ferrari después de que éste se detuviera en boxes más tarde, pero el GR010 Hybrid no fue capaz de igualar el ritmo del 499P a partir de entonces, y un trompo de Hirakawa en la penúltima hora selló el triunfo para la marca italiana.

En declaraciones tras la primera derrota de Toyota en el Circuito de la Sarthe desde 2017, el director técnico del equioi, Pascal Vasselon, explicó que el ritmo de Hirakawa se vio seriamente comprometido cuando atropelló a una ardilla mientras lideraba la carrera. 

"Ha habido algunas ventanas en las que a veces estábamos dominando a Ferrari", dijo. "Hay una lógica detrás de eso". 

"Justo después de uno de esos momentos en los que éramos competitivos, Ryo ha atropellado a una ardilla. Probablemente no era una muy pequeña porque ha hecho un gran daño al tren delantero. 

"Ha tenido problemas hasta el final del stint, cuando hemos podido cambiar la sección delantera".

#8 Toyota Gazoo Racing Toyota GR010 - Híbrido de Sébastien Buemi, Brendon Hartley, Ryo Hirakawa

Foto de: Alexander Trienitz

El Toyota #7 de Kamui Kobayashi, Mike Conway y José María López se retiró de la carrera cuando Kobayashi tuvo la mala suerte de verse involucrado en un incidente con el Ferrari #66 JMW Motorsport de Louis Prette y el coche #35 Alpine LMP2 de Memo Rojas en Tertre Rouge durante la noche.

Según Vasselon, Toyota se enfrentó a la posibilidad de que ninguno de sus coches llegara a la meta, ya que la temperatura del motor del GR010 HYBRID Nº 8 aumentó anormalmente durante la noche debido a que escombros bloqueaban las zonas de refrigeración.

"En ese momento, realmente pensamos que perderíamos los dos coches porque, al mismo tiempo (que el incidente de Kobayashi), la temperatura del motor del #8 se disparó", explicó.

"No teníamos ningún indicio de lo que estaba pasando. No se veía nada desde fuera. Las cifras aerodinámicas eran buenas". 

"Decidimos desmontar el frontal, cambiarlo y echar un vistazo. Había un gran trozo de Kevlar atascado en el interior de la suspensión, que bloqueaba el flujo del refrigerador. Pudimos quitarlo y seguir".