George Russell y Mercedes van a continuar su relación. La declaración pública de Max Verstappen a finales de julio, en la que confirmaba su intención de cumplir su contrato con Red Bull para 2026, puso fin de forma efectiva a toda comunicación con la dirección de Mercedes, convirtiendo a Russell en la única opción viable de cara a la próxima temporada.

Para George fue una gran noticia, tras varios meses en los que se encontró en el punto de mira por la posible salida de pista con Verstappen, llegaba la confirmación que allanaba el camino hacia su quinta temporada en Mercedes.

El acuerdo parecía un mero trámite, pero algo está pasando. Russell fichará por Mercedes, pero lo hará bajo sus propias condiciones. La angustiosa espera que el piloto británico tuvo que soportar en junio y julio se ha convertido ahora en una posición de fuerza, ya que de hecho el equipo no tiene ninguna solución alternativa de alto perfil para la próxima temporada.

George Russell, Mercedes

Foto de: Erik Junius

Russell está realizando su mejor temporada en Fórmula 1, en la clasificación general lucha con Verstappen por el liderato entre los pilotos que no pilotan un McLaren, y en los catorce primeros fines de semana se ha dejado poco o nada por el camino, aprovechando cada oportunidad. Una actuación de piloto top.

Pero coincidiendo con un evidente salto de calidad George ha sido puesto en stand-by durante dos meses por la dirección de Mercedes. El escenario no está claro: unos aseguran que el 'flechazo' con Verstappen lo asumió Ola Kallenius, consejero delegado del grupo Daimler, y otros están convencidos de que el intento de contar con el vigente campeón del mundo en el equipo lo llevó a cabo Toto Wolff, admirador de Max desde que dio sus primeros pasos en monoplazas. El resultado es que el cortejo a Verstappen ha molestado en no poca medida a Russell, y ahora George pretende tomarse una pequeña pero significativa revancha.

Se desconocen los puntos a dilucidar en la mesa de negociación. Hay quien especula con que Russell ha planteado una exigencia económica considerablemente superior a la que recibió en los dos últimos años, pero también quien asegura que George aspira a un acuerdo plurianual que le resguarde de llegadas de pesos pesados a su lado de cara a la temporada 2027.

Lo cierto es que Russell tiene ahora la sartén por el mango, un escenario imprevisible hace sólo unas semanas y que pone de manifiesto cómo Mercedes se ha equivocado en los tiempos y las formas de una renovación que no llegará hasta finales de septiembre.

Toto Wolff, Mercedes

Foto de: Sam Bloxham / LAT Images vía Getty Images

Un desaire para la dirección del equipo, teniendo en cuenta que Russell sigue siendo un piloto gestionado por la propia Mercedes. También existe la posibilidad de que el equipo haya dejado caducar las opciones de renovación automática (normalmente fijadas antes del parón veraniego), teniendo así que renegociar un contrato desde cero.

No sería el primer caso. Hace tres años fue precisamente el vencimiento de la fecha fijada como límite para ejercer la opción de renovación lo que liberó a Oscar Piastri de su contrato con el Alpine. En aquel caso fue un clamoroso descuido por parte de la cúpula del equipo, una puerta corredera perfecta para Piastri, que se encontró libre para llegar a un acuerdo con McLaren. No será el caso de Russell, pero sin duda obtendrá un salario y un estatus que Mercedes no había presupuestado.