¿Está Lewis Hamilton realmente en caída libre?
El siete veces campeón del mundo está teniendo problemas en Ferrari, y algunos se preguntan si éste es el principio del fin para el piloto más ganador de la F1.
"Lewis está en caída libre, ¿verdad?". Ese fue el mensaje que recibí esta semana de un amigo que apoya incondicionalmente a Hamilton.
El momento era interesante, ya que poco antes había recibido un correo electrónico con los comentarios del expiloto de F1 reconvertido en analista Johnny Herbert, que se está convirtiendo rápidamente en el señor que opina sobre todo tipo de temas, con sus comentarios disponibles libremente para utilizarlos como fuente para artículos (a cambio de promocionar sitios web de apuestas).
En esencia, Herbert afirmaba que Lewis Hamilton había perdido el rumbo con Ferrari y que sería mejor que la escudería italiana pusiera todo su empeño en Charles Leclerc, quien, con 13 años menos, debería ser considerado el futuro del equipo.
Es una valoración justa, y llegó después de que Hamilton terminara sexto, cortesía de la penalización que recibió Max Verstappen en en el GP de España; de lo contrario, habría sido séptimo, mientras que Leclerc había subido a otro podio.
Charles Leclerc, Ferrari, Lewis Hamilton, Ferrari
Foto de: Clive Rose / Getty Images
Tras la carrera de Barcelona, Hamilton la había calificado como: "la peor que había vivido nunca". Un elogio poco grato, teniendo en cuenta que era su 365º carrera de F1. Con cada carrera, es cada vez más difícil ignorar la creciente frustración que está experimentando a medida que se adapta al nuevo entorno tras su cambio desde Mercedes.
No se puede cuestionar el compromiso de Hamilton. Pasa tiempo en la fábrica de Ferrari en Maranello y se queda hasta bien entrada la noche durante los fines de semana de los Grandes Premios de F1, investigando los datos con la esperanza de encontrar elementos que, hasta ahora, han desaparecido.
El remitente del mensaje de texto no conoce esos elementos que faltan, y quizá tampoco Herbert, pero los que trabajan cerca de él pueden ver su determinación en la búsqueda incesante de un aumento del rendimiento y los resultados.
Lewis Hamilton, Ferrari SF-25
Foto de: Andrej Isakovic / AFP vía Getty Images
Sin embargo, aquellos días calma y su bien coreografiada presentación en el inicio del invierno europeo parecen ahora un recuerdo lejano, y hay una sensación premonitoria de que los sueños de ganar un octavo Campeonato del Mundo de F1 no son más que eso.
Tanto la victoria en la carrera sprint de China como la felicidad que expresó en las sesiones de prensa posteriores a la carrera de Imola han resultado ser falsos amaneceres, e incluso, como es el caso de la persona que envió el mensaje, el fan más apasionado de Hamilton debe estar temiéndose ahora lo peor.
Quizá no deba sorprendernos. Al igual que Hamilton, otros campeones del mundo de F1 como Alain Prost, Fernando Alonso y Sebastian Vettel llegaron a la escudería más famosa de la F1 con la esperanza de que les diera otro título, pero no fue así.
¿Por qué no le funciona a Hamilton?
La situación es complicada, y no hay un solo factor evidente. Al principio de la temporada, los problemas de Ferrari provenían de la puesta a punto, con la altura de pilotaje como factor. De hecho, Hamilton fue descalificado del GP de China debido al desgaste de la plancha inferior, ya que su coche estaba demasiado bajo respecto al suelo.
También está la afición de Hamilton por un coche de F1 que está configurado para ser rígido, de nuevo comprometido por una suspensión trasera más blanda, que le ha impedido ponerlo a punto. Además, las mejoras tardaron en llegar en la primera parte de la temporada, mientras que Mercedes y Red Bull se beneficiaron de piezas nuevas.
La mala estrategia ha sido un problema frecuente para Ferrari, a lo que no ha contribuido el hecho de que Hamilton haya tenido que forjar una nueva relación con su ingeniero de carrera, además de tener que lidiar con la barrera del idioma.
Tampoco hay que subestimar la importancia del cambio cultural que supone pasar de un equipo del Reino Unido a otro con sede en Italia. A Hamilton siempre le iba a llevar tiempo adaptarse, pero, retomando el argumento de Herbert, a sus 40 años el tiempo en la F1 no es algo que le sobre a Hamilton.
Lewis Hamilton, Ferrari
Foto de: Peter Fox / Getty Images
La situación parece sombría y, quizás para el que no lo ve, Hamilton está en caída libre. Su comportamiento y sus comentarios en Barcelona están respaldados por unos resultados de carrera miserables, lo que significa que está sexto en el campeonato de pilotos, a unos 23 puntos de su compañero de equipo. Además, la historia nos dice que Ferrari no suele ofrecer un final feliz a las carreras de los campeones del mundo de F1.
Sin embargo, el cambio de Hamilton a Ferrari nunca tuvo que ver con esta temporada, sino con la preparación para el nuevo reglamento que llegará en 2026, con la esperanza de una tirada de dados para un octavo título mundial récord que merece su brillante carrera.
Incluso los fans más fervientes de Hamilton están teniendo que cavar hondo, y algunos, como Herbert, están empezando a preguntarse si sucederá.
¿Es éste realmente el principio del fin, que lo verá salir por la puerta de atrás de un deporte que ha dominado? Espero que no, pero la realidad es que no lo sabemos.
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