Las claves de otra victoria de Márquez en Hungría: "paciencia para pasar, apretar y gestionar"

Que Marc Márquez va muy sobrado se nace evidente cada vez que sale a la pista, y eso queda refrendado en las estadísticas: diez dobletes, los siete últimos consecutivos, una racha que, combinada con los demás resultados, le ha permitido generar una ventaja de 175 puntos, casi cinco grandes premios, sobre su más inmediato perseguidor, que es Alex, su hermano. Eso le coloca en posición de poder celebrar su séptimo título de MotoGP en Misano, dentro de dos grandes premios, siempre que, en Montmeló, dentro de dos semanas, aumente ese margen en otros diez tantos y lo deje en 185. Vale la pena destacar que esa casuística se ha dado en ocho de las 14 paradas del calendario celebradas hasta ahora.

Por velocidad y ritmo, Márquez era el favorito para imponerse en el Balaton Park, aunque el embudo de la primera curva marcaba un gran interrogante. Y no fue allí, sino en el segundo viraje, donde el #93 se rozó con Marco Bezzecchi quedó algo rezagado. Tras deshacerse de Pedro Acosta y de Franco Morbidelli, el corredor de Cervera (Lleida) fue capaz de respirar hondo y esperar. Esperar a que la goma trasera de Bezzecchi, que optó por la especificación más blanda, comenzara a caer. Fue en la undécima vuelta cuando el #93 pasó al ataque y le superó, para salir disparado hacia el triunfo. 

Esta es la cuarta vez que Márquez se impone en un trazado que se estrena en el certamen, tras haberlo conseguido en Austin (2013), en Termas de Río Hondo (2014) y en Chang (2018), un récord que comparte con Giacomo Agostini y Eddie Lawson.  

"Hoy fui muy bien, no puedo decir lo contrario. Tuve paciencia para pasar, apretar y gestionar", resumió Márquez, totalmente convencido de que la diferencia la iba a marcar, además de él, la elección de la goma trasera.

Marc Márquez, Ducati

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"Sabía que el blando tenía cinco vueltas mejor que el medio. Pero esta mañana, en el warm up, vi que podía ir igual que quienes llevaban el blando", explicó el español, que solo tuvo el susto de la segunda curva en esa primera vuelta, con el ‘besito’ a Bezzecchi. 

"En esa primera curva, cuando vi que Marco iba por el interior, solté los frenos porque no quería ningún contacto. Pero en la segunda esperaba que él tuviera más paso por curva. A partir de ese momento me mantuve detrás de él y esperé a que la goma blanda trasera cayera", relató el leridano, sabedor de que, en función de lo que ocurra en Montmeló, puede coronarse en San Marino. "Catalunya es un circuito de esos que marcaría muy en rojo, porque es de los que siempre me ha costado más. Pero lo intentaré", finalizó el de Ducati.