Cuando las cosas se ponen difíciles Max Verstappen toma la delantera. El equilibrio de valores técnicos observado tras la tercera sesión de entrenamientos libres se confirmó también en la clasificación, una nivelación que convirtió a los pilotos en la variable más importante para marcar la diferencia. Lo mismo ocurrió en Suzuka, una pista que, como es lógico, tiene características similares a Silverstone. También en Japón, Red Bull y Verstappen habían comenzado el fin de semana con un monoplaza difícil de conducir debido a un pronunciado subviraje, luego en el momento en el que era necesario marcar la diferencia el equilibrio era perfecto.

"Sabíamos que si podíamos deshacernos del subviraje estaríamos entre los líderes", comentó Helmut Marko, "y paso a paso el equilibrio fue mejorando. Hicimos un pequeño cambio después de la primera tanda de la Q3, y entonces... llegó el factor Max: una vuelta increíble, una vez más impecable. Es un ajuste que a veces parece mágico, en Red Bull no falta valentía para tomar decisiones técnicas atrevidas (hoy el monoplaza estaba configurado con una carga aerodinámica muy baja) luego Max pone el resto. "Hemos conseguido mejorar mucho el coche", confirma Verstappen, "hemos quitado casi todo el subviraje que teníamos el viernes y eso me ha permitido empujar más. El subviraje en Fórmula 1 es un gran problema, teníamos que intentar minimizarlo y lo hemos conseguido."

Max lo hace parecer fácil, pero una vez más su vuelta fue impecable. No solo está Verstappen en estas actuaciones, es justo señalarlo, pero sin él no serían posibles. Cuando importaba (en la última 'tanda' de la Q3) rebajó su tiempo en cuatro décimas, siendo el más rápido de siempre en el primer y segundo sector. "Realmente no fue fácil", explicó, "sobre todo por el viento. El coche se movía mucho en las rectas, era un poco imprevisible a veces, pero por suerte todo fue bien en la última vuelta. Tuve que esforzarme mucho en las secciones de alta velocidad debido a la poca carga aerodinámica, pero funcionó".

De cara al Gran Premio hay dos escenarios. En el caso de una pista seca en Red Bull hay mucho optimismo. "Max lo hizo muy bien en las tandas largas del viernes", comentó Marko, "y si las temperaturas son tan bajas como en la calificación afrontaremos la carrera con confianza. Si Max puede mantener el liderato en la salida, creo que podremos gestionar muy bien la situación."

Red Bull ha optado por favorecer la velocidad punta para defenderse del probable DRS de sus rivales, buscando el mínimo equilibrio para no comprometer la estabilidad trasera, un aspecto clave en la gestión de los neumáticos. "Veremos cómo será el tiempo", confirmó Verstappen, "la velocidad en línea recta siempre es un buen extra, pero aun así hay que gestionar los neumáticos, no todo va a estar cantado".

En la casa McLaren están más preocupados por marcarse entre ellos que por Verstappen

Sin embargo, si la carrera comienza con lluvia, no le faltarán dificultades a Verstappen y su carrera se convertirá en una empinada cuesta arriba. En McLaren lo saben bien, pero cuando le preguntaron a Norris (que se sentó junto a Max en la rueda de prensa posterior a la clasificación) qué prevé en caso de lluvia, Lando se encogió de hombros ante el papel de los que podrían salir beneficiados. "La lluvia probablemente le vendría bien a Ferrari, ya que tienen la mayor carga aerodinámica de todos los coches del grupo de cabeza, pero tampoco descartaría a Mercedes".

El tándem Papaya no dio muestras de gran decepción por no haber logrado la pole, a estas alturas Norris y Piastri han entrado en la fase de la temporada en la que la bondad del resultado depende casi exclusivamente de batir a su compañero de equipo.

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Con esto en mente, el primer veredicto del fin de semana es para Piastri, que ha saltado a la palestra de forma un tanto sorprendente tras una sesión de entrenamientos libres en la que parecía distanciado de Norris. Pero a estas alturas esto parece ser una especialidad de la casa Oscar. Ambos se marcarán a la vista mañana y eso podría jugar a favor de Verstappen. Pero cuando estás luchando por el campeonato del mundo todo pasa a un segundo plano, la prioridad es acabar el fin de semana con un botín de etapas mejor que el de tu primer rival, sobre todo si lleva los mismos colores.