"No sé qué quieren de mí", dice Miller tras ser sancionado

El australiano, que terminó inicialmente en la undécima plaza deberá arrancar desde la 14ª, desde la quinta fila de la parrilla.

Con este movimiento, Pecco Bagnaia, su compañero en la escudería oficial de Ducati, ganará una posición y saldrá el 13º, justo por delante de él.

Si el garaje de las motos rojas comenzó el curso con el pie cambiado, su paso por Termas de Río Hondo, al menos por el momento, solo anticipa una inercia a peor.

Bagnaia, el teórico jefe de filas del proyecto, no es capaz de encontrarle el punto a la nueva Desmosedici proyectada para este 2022, circunstancia que incluso llevó al actual subcampeón a dar un paso atrás en la elección del motor, y recurrir a una versión derivada de la del de 2021.

En Termas de Río Hondo, Bagnaia las pasó canutas por la falta de agarre en el tren trasero, cosa que le llevó a pasar por la primera eliminatoria (Q1). Y de allí ya no se movió.

Miller, por su parte, sí fue uno de los que tuvo suficiente con las dos sesiones libres para colarse directamente en la Q2, por más que una caída le dejó fuera de cualquier opción de pelear por los primeros puestos de la parrilla.

Por si eso fuera poco, una sanción de tres posiciones que se le impuso al corredor de Townsville por cruzarse en el camino de Quartararo, cuando el francés intentaba mejorar sus registros, le llevará a partir todavía más atrás.

“Me acaban de decir que tengo una penalización de tres posiciones. No sé qué quieren de mi”, dijo Miller, instantes después de conocer la sanción. “[Tras la caída] Cambié de moto y de mono para estar más cómodo. No es que tratara de meterme en medio de nadie para entorpecer. En fin”, añadió el corredor, uno de los que normalmente más se queja por ese tipo de comportamientos.

Ducati, que tenía 30 minutos para apelar a este fallo, decidió no hacerlo.