Tras varios años en el infierno, Marc Márquez no hace prisioneros en su primera temporada subido a la mejor moto de la parrilla. Su voracidad queda plasmada en los números que deja tras de sí cada fin de semana. En Balaton, este sábado, el español volvió a demostrar que está en un plano inalcanzable para cualquiera que pretenda medirse en corto con él.

Las quinielas acerca de cuándo será campeón empiezan a coincidir en el ‘paddock’, donde muchos le ven cantando el alirón muy pronto. De seguir con esta inercia podría coronarse en Misano, la casa de Valentino Rossi, antes incluso de la gira asiática y con seis pruebas de margen. Una bestialidad. Para disponer de esa primera bola de partido debe sumar 33 puntos más que su hermano, Alex Márquez, entre la carrera larga de este domingo y todo el Gran Premio de Catalunya. 

En Hungría, un circuito nuevo para todos, el #93 volvió dejar claro que su capacidad de adaptación es muy superior a la del resto. Colocado en la pole, el de Cervera (Lleida) se libró del jaleo que Fabio Quartararo creó en la primera curva, abrió un hueco gracias a un ritmo imposible de igualar y se limitó a gestionar esa distancia, que terminó siendo de dos segundos sobre Fabio Di Giannantonio al cruzar la meta. 

"Desde la primera vuelta me encontré bien. Frenaba en el sitio adecuado, giraba dónde tocaba. Lo difícil en esas circunstancias es mantener la concentración, y por eso aumenté el ritmo a falta de cinco vueltas", resumió Márquez, que pasa a disponer de 152 puntos de ventaja al frente de la clasificación. 

Marc Márquez, Ducati

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Para Márquez, el único momento realmente inquietante de la sprint se produjo en la primera frenada, en la que Quartararo fue el protagonista involuntario, y negativo. "Escuché un motor muy cerca, a mi espalda, y decidí irme un poco largo sin ni siquiera necesitarlo. A partir de allí me limité a mantener mi ritmo, que era suficiente para abrir un hueco. Hemos trabajado mucho estos dos últimos días, y hoy dimos un paso adelante con la moto", dijo Márquez, en referencia a los cambios realizados en su Desmosedici, para tratar de adaptarla a un circuito tan ratonero como el húngaro.

"Ese fue uno de los puntos que intentamos mejorar esta mañana, en el segundo ensayo libre. Y yo creo que las demás Ducati se dieron cuenta de lo que hacíamos, porque se han acercado. Es lo que tiene compartir todos los datos. El objetivo era mejorar todos, porque las KTM, sobre todo, con Acosta, han dado un paso adelante", finalizó el catalán.