Hace dos fechas, cuando se terminaba la Etapa Regular, Martínez lograba la victoria en Rafaela, era el piloto que más puntos había sumado en el año y sus rivales se veían preocupados pensando en cómo detener al entrerriano en la Copa de Oro, la cual comenzaba como líder.

Sin embargo, ya en la carrera siguiente de San Luis, el campeón 2004 del Turismo Carretera no tenía el nivel de punta que supo disfrutar poco antes en su Ford, clasificando 22° y luego sufriendo una falla en el motor al momento de su serie, lo que finalmente lo obligó a largar desde el fondo y terminar apenas 28° en la carrera.

Ese resultado hizo que el piloto que había llegado al frente en el campeonato cayera al quinto puesto, a 19 puntos del líder, Matías Rossi.

Y si bien el objetivo era el de recuperar terreno en Río Gallegos, en lo que va del fin de semana el rendimiento del auto N°7 sigue estando lejos de los puestos de punta, ya que Martínez se ubicó 15° en la clasificación, a 0s842, y aunque avanzará un lugar por la penalización que debe cumplir Mauro Giallombardo por la rotura de su motor, no le será sencillo recuperar terreno el domingo.

"Si sigo así, lo mejor que me puede pasar es que termine el año", sentenció Martínez, resumiendo sus sensaciones ante un presente que le dio un giro de 180 grados en apenas un par de fechas.

Ahora, el piloto de 49 años deberá intentar perder lo menos posible en Río Gallegos en cuanto al campeonato y esperanzarse con que cuando el Turismo Carretera se presente en La Pampa el 1° de noviembre, su Ford muestre otra faceta. Aquella que hizo que sus rivales le tuvieran temor.