Siete veces ha ganado Jorge Lorenzo el Gran Premio de Italia, seis de ellas en la categoría reina, la última el pasado año, que fue su primer triunfo al manillar de la Ducati.

La victoria en Mugello hace un año llegó tarde para el español, que ese mismo fin de semana recibió la confirmación de que no iba a seguir en Ducati, al mismo tiempo de que cerraba un acuerdo para correr, este año, con Honda.

La aclimatación del balear a la RC213V, su tercera moto en cuatro años, no está siendo tan rápida como se esperaba, pero Lorenzo sigue viendo el vaso medio lleno y no está dispuesto a bajar los brazos en el intento de domesticar la Honda, como antes hizo con la Desmosedici.

“En Le Mans dimos algunos pasos adelante interesantes en la puesta a punto de la moto, y pudimos estar mucho más cerca de los pilotos de delante”, explica Lorenzo en la previa del Gran Premio de Italia.

La primera victoria de Jorge en Mugello fue en 2006, con la Derbi de 250cc. Luego, ya en la categoría reina con Yamaha, ganó los años 2011, 2012, 2013, 2015 y 2016, antes de repetir, ya con la Ducati, en 2018.

“En Mugello he tenido algunos éxitos en el pasado, una situación similar a la de Le Mans, por lo que espero continuar mejorando nuestra posición encima de la moto”.

El mallorquín están muy contento con su nuevo equipo, que le está facilitando todo el material que ha pedido para poder probar y, de este modo, ir descartando hasta encontrar algunas soluciones que le han ido bien.

“El Equipo Repsol Honda ha estado trabajando muy duro y estoy seguro de que pronto podré lograr algunos resultados para agradecerles su esfuerzo".

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