Mientras Ferrari continúa su viaje en busca del potencial oculto del SF-25, los rivales crecen. A McLaren, Red Bull y Mercedes se les unió Williams, con Albon y Sainz capaces de terminar la clasificación en Miami justo por delante de Leclerc. Se presagiaba la peor clasificación de la temporada, el tercer puesto de Hamilton en el Sprint llegó gracias a la excelente decisión tomada por Lewis de cambiar los neumáticos intermedios por los slicks, pero el ritmo de carrera estuvo lejos de la zona de podio.

Qué pasó en el Circuito Internacional de Miami: "Comparado con Verstappen, que era la referencia hoy, perdimos cuatro décimas en las primeras curvas y una décima en el resto de la vuelta. Obviamente no estamos en una buena posición en una sección de la pista, tal vez debido a la preparación de los neumáticos, tenemos que entender lo que estamos haciendo mal, porque definitivamente estamos haciendo algo mal", explicó Frederic Vasseur. El director del equipo Ferrari recordó entonces que el SF-25 fue muy rápido en la carrera de Jeddah, confirmando una vez más su opinión de que el coche podría dar más de sí, pero por el momento no se está explotando ese potencial.

Lewis Hamilton, Ferrari

Foto de: James Sutton / Motorsport Images

Una convicción que Leclerc hace tiempo que perdió, e incluso Hamilton tras la clasificación de ayer parece haberse alineado con su compañero de equipo. "Hemos sido superados por Williams, James (Vowles) y su equipo están haciendo un trabajo increíble", comentó Lewis, "estamos donde estamos, necesitamos actualizaciones, pasos adelante y muchas cosas que mejorar".

Hasta ahora el SF-25 siempre ha sufrido un mal día, ayer en Miami fue en las dos primeras curvas más un misterioso problema lo que llevó a Lewis y Charles a conseguir sus mejores tiempos con neumáticos usados. La hipótesis más probable es que con el neumático nuevo Leclerc y Hamilton hayan tenido problemas de sobrecalentamiento, un fenómeno que remite cuando los neumáticos usados se estabilizan tras la vuelta de enfriamiento.

Pero en la sexta carrera de la temporada es seguro asumir que los obstáculos encontrados hasta ahora por el SF-25 hay que situarlos en un escenario más amplio del que emerge un monoplaza con limitaciones objetivas. Trabajando en la puesta a punto, se subsanan deficiencias pero surgen otras, entonces puede ocurrir como en Jeddah que en determinadas condiciones el coche confirme un buen ritmo de carrera, pero más que una base desde la que resolver otras criticidades, parece más bien el clásico caso del reloj averiado que dos veces al día da la hora correcta. "El coche es simplemente diferente cada vez que salimos de boxes", admitió Hamilton, confirmando la corta manta con la que luchan los ingenieros de la Scuderia.

Charles Leclerc, Ferrari

Foto de: James Sutton / Motorsport Images

Volviendo a la clasificación en Miami, Leclerc fue muy claro. "No teníamos el ritmo y el agarre de nuestros rivales, y una pista como ésta resalta aún más esa debilidad. El octavo puesto no es el resultado que queremos como equipo y tenemos mucho trabajo por delante." Trabajo que parece dirigirse cada vez más hacia la Dirección Deportiva de Maranello, con la esperanza de que puedan tomar forma medidas correctoras capaces de resolver, o al menos mitigar, las criticidades del proyecto SF-25.

Puede parecer extraño, pero en la calificación de ayer surgieron algunos datos alentadores en el frente Hamilton. Es cierto que Lewis no pasó el corte en la Q2, pero la diferencia al final de la sesión con Leclerc era de 58 milésimas. Sin embargo, Charles tuvo la suerte de encontrar un rebufo perfecto ofrecido por Norris en la larga recta que desemboca en la curva 17, una "bonificación" de dos décimas (ese tercer sector de Leclerc fue entonces el mejor de Leclerc en clasificación) sin la cual incluso el Ferrari número 16 se habría quedado fuera de la Q3.

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