Carlos Sainz se lució en la carrera de casa, a pesar de no contar con el mejor monoplaza de la mitad de la parrilla. El madrileño logró sacar petróleo en un domingo en el que se quejó de falta de ritmo tras las primeras vueltas y en el que el Safety Car le vino como agua de mayo. 

Tras pasar a Lando Norris en una buena arrancada, Sainz tuvo que defenderse del Renault de Ricciardo en la primera mitad del GP de España de F1 2019. El australiano le adelantó antes de parar en boxes en la vuelta 24, pero el de McLaren se repuso y superó al de Renault en el giro siguiente. 

"He salido bien y luego en la curva 1 me he encontrado en una encerrona, creo. La había planeado bien, he salido como he querido, así que bien. Me río porque es una de esas carreras en la que no encontraba ritmo, no encontraba sensaciones con el coche, nos hemos ido para detrás", valoró Sainz en los micrófonos de Movistar + F1.

"Luego tuvimos a Ricciardo todo el rato detrás con DRS y nos ha llegado a adelantar. Después hemos aprovechado las oportunidades, él ha tardado en calentar sus neumáticos y yo con los medios le he pasado. Luego el Safety Car... que en la resalida he pasado a Kvyat y tres vueltas más tarde, al Haas, que hoy llevaban un ritmo que nosotros no hemos encontrado de ninguna manera en el coche".

El piloto español subrayó el hecho de que tuvieron "el peor ritmo de todo el año" precisamente en su carrera como local y cree que el Safety Car fue clave en su resultado final. 

"La carrera de casa y el peor ritmo de carrera de todo el año, no íbamos ni para atrás. El coche se iba mucho de la zaga, nos afectaba mucho el viento, gastábamos por ello mucho las ruedas traseras... luego estábamos a 15 segundos de los Toro Rosso, pero ha salido el coche de seguridad y no sé cómo hemos acabado 8º", apuntó. "Logramos ejecutar todas las oportunidades que tuvimos con una buena estrategia y tres o cuatro adelantamientos que llegaron en el momento adecuado en el sitio adecuado".

En los últimos compases, Sainz se pegó al alerón trasero del Haas de Romain Grosjean, que había estado luchando con un duro Magnussen instantes antes. A final de recta, el español se tiró con toda la afición apoyándole, se emparejó con el francés y ambos se tocaron rueda a rueda. Aunque el de Haas no le devolvió la posición perdida tras aprovecharse la escapatoria de asfalto para defenderla, en la vuelta siguiente el de McLaren completó el rebase.

"Creo que Grosjean no me ha visto, porque he venido de muy lejos con el DRS, no me esperaba en el interior, me he tirado, íbamos en paralelo y nos hemos tocado rueda con rueda. Y lo que son las carreras, en Bahrein pincho y aquí, el mismo contacto, nada. Son cosas de las carreras y esta vez la fortuna me ha sonreído a mí", afirmó Sainz.

"Si hay una carrera en la que hay que arriesgar es la de casa y hoy tiene que haber afectado la afición porque en cualquier otra carrera, con este ritmo, no hubiéramos acabado 8º. Ha tenido que ayudar esa motivación extra", dijo. 

"Para mí fue un gran plus competir frente a mi público. Pude verlos bastante entusiasmados antes de la carrera en la curva 5, y creo que ese apoyo extra... creo que sin las fans o la sensación de estar en casa no habría ocurrido". 

Sainz ya es 11º en el Mundial, a dos puntos de su compañero, Norris, tras puntuar en los dos últimos grandes premios. De cara a Mónaco, Sainz confía en tener nuevas oportunidades. 

"Creo que tendremos nuestras oportunidades como aquí. Aquí no encontramos el equilibrio correcto en el coche para el último sector y, básicamente, eso nos lastró en clasificación y ritmo de carrera, pero volveremos y analizaremos por qué", concluyó. 

Información adicional de Adam Cooper desde Barcelona

Las mejores fotos de Sainz en el GP de España de F1 2019

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