Que el de Ducati no iba a ser campeón este año lo sabía todo el mundo, pero no ha sido hasta este sábado cuando matemáticamente sus opciones se han evaporado al mantener los 250 puntos de desventaja con Marc Márquez, que tampoco ha puntuado hoy, pero al reducirse los puntos en juego hasta el final del año Pecco Bagnaia ya nunca podría alcanzar a su compañero de equipo.

Bagnaial logró clasificarse directamente para la Q2 el viernes, y en la clasificación alcanzó una octava posición que le permitía salir desde la tercera fila de la parrilla en las dos carreras del fin de semana.

Sin embargo, ya nada más empezar la sprint, Pecco empezó a perder posiciones, hasta bajar a la 13ª posición final. Y no solo eso, sino que lo hizo con una desventaja de 16.1 segundos respecto al ganador, la Aprilia de Marco Bezzecchi, que le sacó a su amigo más de un segundo por vuelta.

"Tenemos que trabajar más", fue la conclusión de un cariacontecido Pecco al final del día.

"He podido mirar un poco los datos pero no se ve nada, necesito que los ingenieros los estudien bien. No puede ser, no puede pasar esto", se lamentó Bagnaia, que está teniendo auténticos dolores de cabeza los sábado en las sprint. "Dentro de esos datos tenemos que ver las cosas y entender que pasa, alguien debe explicármelo", pidió.

El fin de semana de Misano estaba yendo bien para Pecco, dentro de su línea, hasta la sprint, en la que todo saltó por los aires.

"Lo que sucede es que no es la primera vez que estoy listo para luchar por el top 5 y en la primera carrera no funciona nada, como hoy", subrayó el bicampeón de MotoGP, que no quiere hacerse ilusiones de cara a la carrera larga, en la que normalmente es más prestacional.

Francesco Bagnaia, Ducati Team

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"Si mañana esta todo en el sitio estaré luchando con los de delante; y si es como hoy, voy a estar detrás", avisó.

"Es muy difícil; son cosas grandes las que te hacen ir 1,5 segundos más lento", valoró. "Siempre, cuando tenia algún problema, trataba de volver a correr. Ahora se hace muy difícil".

Pecco aprovechó la presencia de Casey Stoner en Misano para intercambiar puntos de vista.

"He hablado con Casey; él ayuda siempre, y estaba haciendo lo que él me decía y funcionaba, pero en carrera, no", desveló.

"Estoy viviendo una pesadilla. Solo quiero terminar esta entrevista y volver al taller para entender algo; cualquier cosa. Mañana no cambiaré nada en la moto. Esto es un caos", admitió antes de asegurar: "No me hundiré; seguiré trabajando".

"Esta mañana tenía ritmo para pelear por el podio, pero en el momento que comenzamos a correr, el tren delantero iba dónde quería", concretó el problema.