La icónica imagen de Leo Messi mandando callar a todo un estadio que le había estado abucheando durante 90 minutos, mostrando su camiseta con el número 10 tendida ante sí, tuvo este domingo en el podio del Circuito de Misano una réplica espectacular: la de Marc Márquez, que tras lograr la victoria, la 11ª de la temporada, se presentó ante los fans que ayer habían celebrado su caída en la sprint del Gran Premio de San Marino, con el mismo gesto que el crac argentino, con el mono en sus manos tendido ante los aficionados, un gesto que mandaba callar a los que aún viven anclados en un pasado que no va a cambiar.

"Siempre he dicho que para mi Messi ha sido un referente dentro y fuera de la pista, ha hecho callar con clase, es imposible emular a Messi pero ayer por la noche, aunque intentas aislarte pero es imposible, leyendo las redes sociales encontré un extra de motivación, tenía muchas ganas de ganar y se me ocurrió lo de celebrarlo a lo Messi, aunque estoy lejos de él", explicó Marc, que ni está tan lejos del argentino, ni mucho menos de su novena corona Mundial, que logrará dentro de dos semanas en Japón si suma tres puntos más que su hermano Alex Márquez.

Márquez explicaba sus impresiones aún completamente sudado y con el resuello del gran esfuerzo que requirió lograr la victoria y doblegar la resistencia de Marco Bezzecchi.

"Si, hoy hemos visto la mejor versión e Marc Márquez, no me he contrato del todo bien, pero hoy era o todo o nada, tenia muchas ganas de ganar, estaba concentrado, muy agradecido a la gente que me arropa, a Ducati, que se esta portando muy bien, y que me ha ayudado, ayer no fue fácil escuchar a toda la gente en el paddock lo que decían, pero tenemos ya 32 años y podemos aguantar eso y mucho más. Pero ha sido por todo eso que tenia tanta ganas de ganar", insistió.

Con esta victoria y el tercer puesto de Alex, el único que aún mantiene el campeonato abierto, Marc ya puede celebrar el título en Japón, donde podría cerrar un circulo virtuoso dado su brillante pasado con Honda.

"El circulo está cerrado, solo falta ponerle el candado, es solo cuestión de tiempo, en Japón o en Indonesia, lo antes posible pero sin volverse loco, lo importante es hacerlo, bailar todos juntos porque no lo he sufrido yo solo, lo hemos sufrido todos juntos", dijo aún con el punto de excitación de la carrera y la celebración.

"Quiero agradecer a los fans, a los buenos aficionados al motociclismo que sí saben valorar las carreras como las de hoy", y que seguramente nunca silbaran la caída de un piloto se llame como se llame.