Peugeot ha declarado que necesita que el Campeonato del Mundo de Resistencia "encuentre el camino que lo haga justo para todos", a la luz del Balance of Performance que hizo que sus 24 Horas de Le Mans fueran un suplicio.

Peugeot recibió la peor relación peso/potencia para la clásica francesa; sus 9X8 se clasificaron 17º y 18º, y el coche #94 evitó en su mayor parte los problemas para situarse 11º bajo la bandera a cuadros tres vueltas más tarde. Su hermano, el #93, fue 16º.

Esta situación contrasta con la anterior carrera del WEC en Spa-Francorchamps, donde Peugeot se clasificó cuarto y séptimo y el podio estuvo al alcance de la mano antes de que un error de comunicación echara por tierra su estrategia.

"A pesar de no aspirar a lo que podíamos esperar tras la carrera de Spa, nos mantuvimos muy centrados en el aspecto operativo", comentó Jean-Marc Finot, vicepresidente senior de Stellantis Motorsport, poco antes del final de la carrera, "y se puede ver que el #94, con una carrera casi perfecta, sacó el máximo partido del paquete".

A pesar de este contratiempo, Finot reafirmó el compromiso de Peugeot con el WEC, pero dejó entrever que la situación actual no es sostenible para la marca francesa.

"Nuestro deseo es permanecer mucho tiempo siendo competitivos, así que el objetivo está fijado", añadió. "Luego estamos en conversaciones para definir un camino que no puedo describir a día de hoy, ya que quedan muchas incógnitas en la ecuación".

#94 Peugeot Totalenergies Peugeot 9x8: Loic Duval, Malthe Jakobsen, Stoffel Vandoorne

Foto: Emanuele Clivati | AG Photo

"Nuestro objetivo es continuar, y todo el mundo quiere, ya que la implicación de Peugeot también es un activo para el campeonato, pero tenemos que encontrar el camino que lo haga justo para todos y posible".

"Lo bueno es que tenemos jefes que se preocupan por el deporte, que entienden el contexto y pueden contextualizar el rendimiento actual. Tenemos suerte de contar con ellos".

Mientras tanto, Jean-Eric Vergne lamentó una carrera tan dura como la que esperaba.

Paul Di Resta estrelló el coche en la primera hora al intentar adelantar a un LMGT3 -aunque los daños fueron sobre todo de carrocería y los mecánicos lo repararon en "30 o 40 segundos"- y un cambio de piñón y cremallera les costó "otros cinco o siete minutos" más tarde, además de la falta de rendimiento del 9X8.

"Lo positivo es que el equipo, a pesar de todo, no se rindió", dijo Vergne a Motorsport.com. "Los mecánicos estuvieron muy bien, hicieron muy buenos pitstops, muy buenos cambios [de piloto]. Los problemas se resolvieron muy rápido.

"Este es un equipo que se merece un coche ganador ahora, todos se lo merecen, ingenieros, pilotos, mecánicos. Son momentos difíciles que forjan el carácter".

#93 Peugeot Totalenergies Peugeot 9x8: Paul Di Resta, Mikkel Jensen, Jean-Eric Vergne

Fotografía de: Rainier Ehrhardt

A la pregunta de si Peugeot trató la carrera del coche #93 como una sesión de pruebas después de sus primeros problemas, dado lo improbable que era que luchara por entrar entre los 10 primeros, el piloto francés respondió: "No, siempre la hemos tratado como una carrera, porque es la mejor manera de entrenar: no cometer errores, no recibir penalizaciones, esforzarse al máximo. Se trata de ganar experiencia, que probablemente será crucial para nosotros cuando tengamos un coche para ganar".

Vergne consideró que Peugeot había superado su paquete con el #94, tras haber ideado una estrategia de 14 vueltas más largas para mitigar su falta de rendimiento, lo que le ayudó a terminar 11º.

Y añadió: "Creo que a veces hay que conformarse con este tipo de resultado, aunque no sea en absoluto lo que me gusta y lo que quiero. Tenemos que contentarnos con ello, porque es lo que nos hará más fuertes".

Información adicional de Basile Davoine