Glenn Beavis, antiguo asesor de Ricciardo, emprendió acciones legales contra el piloto a principios de este año por el dinero que, según él, se le debía como comisión del paso de Ricciardo de Red Bull a Renault a finales de 2018.

Ricciardo siempre insistió en que la versión real no era así, y prometió luchar por su verdad. Parecía inevitable que el caso acabara en juicio, pero el piloto y Beavis se reunieron recientemente y alcanzaron un acuerdo que pone fin al asunto.

Cuando Motorsport.com le preguntó en el Gran Premio de Japón si la disputa legal ya había terminado, Ricciardo dijo: “Sí. Todo listo. Todo está ordenado, resuelto".

"No puedo entrar en detalles, pero los dos nos reunimos y ya está todo resuelto. Y no de mala manera ni nada. En realidad, acabó mucho más dulce de lo que parecía hace unos meses".

Si bien el posible caso judicial lo habrían tratado los abogados de Ricciardo, admitió con cierto alivio que temía que el problema se convirtiera en una distracción para él.

"Hasta ahora realmente no me afectaba, pero si siguiera y durara otro año o dos años más, porque no sé cuánto tiempo pueden durar estas cosas, entonces seguro que habría acabado siendo algo que me perjudicaría", explicó Ricciardo.

“Y ahora puedo centrarme en mí y en el equipo, que hay mucho por mejorar. Queremos hacerlo bien, así que necesito estar concentrado. Y aunque pienses que no te distrae, puede hacerlo, así que estoy encantado de dar carpetazo al asunto".

Ante la pregunta de si estaba aliviado, Ricciardo admitió: “Sí. Los dos lo estamos, porque no es algo que quisiéramos ninguno. No fue cómodo, supongo. Creo que los dos estamos aliviados”.

Beavis había trabajado con Ricciardo en los últimos años y le ayudó a decidir dejar Red Bull y fichar por Renault para esta temporada.

Sin embargo, se separaron el pasado invierno, ya que Ricciardo prefirió adoptar un enfoque diferente para la gestión de su carrera.