El mexicano se ha enfrentado al duro desafío de adaptarse a las características únicas del concepto de rake alto de Red Bull tras haber estado con Racing Point hasta finales del año pasado.

Con un kilometraje limitado de test de pretemporada, "Checo" Pérez se preparó como pudo para tratar de ponerse al día rápidamente, y se dio cuenta de que sería inútil tan pronto tratar de cambiar el coche para que se adaptara mejor a él.

"Estoy adoptando la filosofía de que primero necesito adaptarme yo al coche", dijo. "Tenemos un tiempo tan limitado de actividad en pista con estos coches este año, en test y en entrenamientos libres, que todo pasa muy deprisa".

"Es muy difícil hacer cualquier trabajo como solía ser en los entrenamientos, donde teníamos más tiempo. Ahora, son realmente un par de tandas y se acabó tu día".

“Al mismo tiempo, tengo una referencia muy fuerte con Max. Él obviamente lleva el coche al 110% desde la FP1 hasta el domingo".

"Entonces, creo que yo primero necesito llegar a ese nivel y luego moverme. Esa es mi opinión. Ya sabes, no tiene sentido seguir otra dirección, porque simplemente me voy a perder. Así que trabajo de forma muy similar a la de mi compañero de equipo".

Pérez cree que el reciente Gran Premio de Portugal había sido el fin de semana en el que había aprendido más sobre el coche, después de una complicada clasificación en Bahréin y su trompo en la carrera de Imola.

“Aunque el resultado no fue fantástico en Portugal, el ritmo de carrera fue un buen paso adelante. Pero más importante que eso fue el entendimiento", explicó.

"Después, puedes analizar esa carrera y compararla en muchos aspectos con los líderes, y aprender de eso, de lo que está haciendo el monoplaza y cómo puedo mejorar mi ritmo de carrera. Eso es algo que ha dado un buen paso en la dirección correcta".

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