Alpine espera votación para aumentar en 30HP la potencia de su motor

La jornada del viernes no sólo será intensa en la pista. En Spa, además de los entrenamientos libres y la sesión de clasificación que definirán la parrilla del Gran Premio de Bélgica, la Comisión de Fórmula 1 se reunirá para debatir y votar muchos temas que llevan tiempo sobre la mesa, algunos de los cuales se refieren a cambios que deberían producirse a corto plazo.

Además de los asuntos deportivos y financieros, también se abordará una cuestión puramente técnica relacionada con Alpine. El año pasado, coincidiendo con la primera carrera de la temporada, se puso en marcha una congelación de las unidades de potencia, a excepción del ERS, que los fabricantes de motores podían desarrollar hasta septiembre.

Teóricamente no debería haber habido ningún cambio en el rendimiento de los motores en los últimos doce meses, pero Alpine afirma que su "diferencia" respecto a las demás unidades de potencia (menos de diez caballos en el momento de la congelación) se ha triplicado.

Si el margen resultara ser realmente de unos 30 caballos, supondría una desventaja nada desdeñable para el equipo francés, especialmente en determinados circuitos. Hay sospechas sobre las razones de este escenario, y todas apuntan a las actualizaciones que permite el reglamento en materia de fiabilidad, de las que se han nutrido Honda, Ferrari y Mercedes en el último año y medio les han dado una ventaja. 

Alpine A523, detalle de la unidad de potencia francesa

Foto de: sin acreditar

Alpine pide entrar dentro de lo que deberían ser los márgenes permitidos por el reglamento (5 kW equivalentes a 8 CV) y la pelota está ahora en el tejado de la FIA. Si los ingenieros de la Federación Internacional confirman las pretensiones de Alpine, existe una posibilidad real de que se permita al fabricante francés intervenir en su motor.

Red Bull se ha mostrado favorable a que se compense un margen realmente certificado por la FIA, y la propia Alpine no ha dejado de mencionar que la congelación fue un favor concedido por la Federación Internacional precisamente a Red Bull, dado que en el momento de su introducción, Honda acababa de declarar su retirada, insinuando que ya no desarrollaría su unidad de potencia.