Antes de empezar a rodar la película sobre la F1, Brad Pitt se sentó con toda la parrilla en el Gran Premio de Gran Bretaña. El actor tomó la inusual decisión de unirse a la reunión de pilotos que se realiza a puertas cerradas cada fin de semana de carrera antes del evento de Silverstone en 2023, donde estaba previsto que comenzara la producción.

En una entrevista con GQ, Pitt reveló que les dijo a los pilotos: "Si alguna vez estamos en medio, dígannos que no los jodamos". 

Para entonces, él y su coprotagonista, Damson Idris, habían pasado tiempo entrenando en Le Castellet, en el sur de Francia, y en varios circuitos del Reino Unido. Sin embargo, la pareja sorprendió al mundo de la F1 cuando salieron tranquilamente a la parrilla de salida junto a los pilotos reales y se colocaron a su lado durante el himno nacional.  

Cinco días después, sin embargo, comenzó la huelga de la SAG-AFTRA, y el rodaje se detuvo. 

"Llegamos a Silverstone, que, Dios mío, es un circuito glorioso y se convirtió en un hogar para nosotros. Estamos en la parrilla junto a los pilotos", recuerda Pitt. 

"La transmisión oficial nos va a cortar, pero nuestras cámaras nos van a captar a todos, somos parte de ello. Tenemos un fin de semana increíble. Todo va como la seda. Todo es sublime". 

Brad Pitt en la parrilla para el rodaje de F1

Foto de: Lubomir Asenov / Motorsport Images

"Todo el mundo tiene un subidón de adrenalina. ¡Lo conseguimos! Ese día piloté delante de 80.000 personas en las gradas. No destrocé el coche, no lo estrellé contra el muro, no lo varé, ¡todo fue bien! Y entonces llegó la huelga y me quedé destrozado". 

Y continuó: "No sabía qué hacer conmigo mismo. Me chocaba contra las paredes. Me decía: "Hombre hombre, tenemos este empujón y teníamos esto... ¡aquí vamos! Y de repente alguien dijo: Corte". 

Sin embargo, la huelga, que duró 118 días, no fue del todo mala para Pitt, que estaba bastante contento de poder estar "un año más" al volante de los coches de Fórmula 2 modificados que se utilizaron en la película.  

Cuando volvieron a Silverstone al año siguiente, él e Idris tenían una renovada sensación de confianza. 

"En 2023 me sentí como si estuviera en la pista de otro, en casa de otro, y me sentí muy humilde y tímido al respecto", explica Pitt. 

"Sentía una gran reverencia por ellos y por este deporte. Pero al año siguiente de rodar allí, sentíamos que era nuestra propia casa y estábamos tan integrados en el ecosistema que fue muy agradable". 

La película F1 llega a los cines el mes que viene.