Después de que Max Verstappen hiciese su única su única parada en boxes justo antes de la mitad de la carrera, comunicó al equipo un problema con la respuesta del acelerador de su Red Bull. Dicho problema no le impidió atrapar y pasar al Ferrari de Charles Leclerc para acabar segundo la carrera

Tras un primer análisis, Honda detectó que le problema tuvo su origen en la unidad de potencia, según explicó a Motorsport.com el director técnico de la compañía, Toyoharu Tanabe, y aunque trataron de solucionarlo, fueron incapaces.

"Intentamos arreglarlo con diferentes configuraciones durante la carrera tras la parada en boxes", dijo Tanabe.

"Lamentamos mucho el problema durante la carrera. No supuso un gran déficit en cuanto a posiciones, pero pudo haberlo hecho dependiendo de la situación".

"Deberíamos ser lo suficientemente buenos para suministrar a nuestros pilotos y equipos unidades de potencia que rindan".

La habilidad de Verstappen para llegar a meta culminó una impresionante temporada de fiabilidad por parte de Honda, que ha completado el año sin un solo fallo en Red Bull. Este hecho supone un gran avance respecto a sus primeros años en la era del turbo híbrido V6 con McLaren, lo cual perjudicó seriamente la reputación del fabricante japonés e incluso se repitió con Toro Rosso en 2018.

"Conseguimos que no se parase el coche en la carrera del domingo, lo cual fue positivo para nosotros. Y como lo hicimos hoy, no nos ha pasado ninguna vez, pero tenemos un área en la que mejorar. Hemos tenido algunos problemas en los libres. Así que tenemos que corregir todo de los fines de semana de carrera".

Verstappen comunicó por primera vez "un fallo en las curvas" nada más salir de su parada en boxes, señalando que "algo no estaba correcto".

Tras hacer un primer ajuste de la configuración del motor para tratar de solucionarlo al final de la vuelta, describió el problema como "el efecto del freno de mano enorme".

Media vuelta más tarde, Verstappen dijo que "seguía igual" y unas pocas curvas después preguntó: "¿Cómo pasa esto de repente ?"

Red Bull le recordó que estaban analizando el problema y le dijeron que "se calmara y se concentrara, ya que Verstappen necesitaba dar caza a Charles Leclerc para ser segundo.

Tras dos vueltas, le sugirieron un segundo cambio en la configuración del motor, pero al finalizar la siguiente vuelta, Verstappen dijo que "todavía era muy pobre".

Verstappen probó una tercera configuración de motor media vuelta más tarde y le preguntaron si iba peor, pero la respuesta de Verstappen simplemente fue: "Después de la parada en boxes, pasó algo. No sé qué es".

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"Es posible que no podamos hacer mucho ahora", le dijeron a Verstappen, a lo que respondió que la tercera configuración le había dado "la mejor solución".

Después de más de una vuelta callado, Verstappen le pidió al equipo que "me ayude con la respuesta del motor porque me está frenando".

Pero poco después de pasar a Leclerc, Verstappen se quejó de "sentir como un enorme agujero en el mapa de aceleración al comienzo".

"Entendido. No hay nada que podamos hacer al respecto Max. No hay nada que podamos hacer al respecto en este momento", le dijeron.

"Vas a tener que vivir con eso. Eres lo suficientemente rápido".