El GP de Malasia representa una de las fechas más difíciles físicamente para los pilotos de la F1. Valtteri Bottas, de Mercedes, destacó las complicaciones al correr en condiciones de clima caliente y húmedo en Sepang.

Tradicionalmente, la prueba de malasia que se disputa con fuerte calor, con temperaturas por encima de los 35 ° C, y humedad relativa del aire bordeando los 80%. Esto, unido a las mayores dificultades físicas impuestas por los coches de 2017, se requiere de gran cuidado por parte de los participantes.

"Correr en Malasia es como estar en una sauna. Estamos con toda nuestra vestimenta, más el casco, y el coche también está caliente. La base en sí es caliente, y también estamos rodeados en la cabina de los dispositivos eléctricos. Está muy caliente", dijo Bottas.

El finlandés dijo que, a fin de superar el reto, es preciso un trabajo especial de aclimatación. "Lleva tres o cuatro días para acostumbrar el cuerpo al calor. Usted comienza con un entrenamiento fuera para que su cuerpo pueda sudar de manera adecuada. No hemos sido capaces de soportar el calor como una persona local, pero estos días a más de aclimatación marcan la diferencia."

"Nosotros suamos más de tres litros durante una carrera de Malasia. Si no podemos reponer lo tanto, afecta a nuestro enfoque. La fatiga toma en cuenta. Es más difícil ser consistente, y, en el peor de los escenarios, esto puede dar calambres o incluso traer problemas en nuestra visión", agregó.

El GP de Malasia realiza su despedida del calendario de la F1 en 2017. Esta vez, sin embargo, los pilotos pueden tener un alivio: existe la posibilidad de lluvia para los tres días de actividades, lo que puede reducir drásticamente el castigo impuesto dentro del cockpit.