El rendimiento de un equipo de MotoGP durante un fin de semana de carrera puede dividirse en tres factores: el piloto, la moto y los neumáticos.

Una temperatura elevada en pista es dura para el piloto, pero también lo es para los neumáticos, ya que se trata del único elemento de la moto que está en contacto directo con el suelo. Y es que, además de los colores que figuran en su carcasa, las gomas son algo más que una incógnita a resolver el domingo de carrera.

Los neumáticos forman una de las partes más imprescindibles del equipo, y, sin ellos, la ecuación no tendrá cabida en el garaje. Esto significa que, al igual que hay un dorsal para cada piloto, hay un neumático para cada pista.

Las altas temperaturas del Circuit Barcelona – Catalunya invitan a asumir un desgaste significativo, que puede traducirse en pérdida de décimas o milésimas para el piloto, por lo que su gestión este fin de semana será imprescindible para conseguir un buen registro.

Una vuelta rápida es un lienzo en blanco para todo piloto, que le permitirá conseguir datos e información. Con estas premisas, es bien sabido que el trazado catalán es uno de esos circuitos que hace perder mucho grip, por lo que, por el momento, lo más inteligente es el empleo de neumáticos medios y blandos para hacer el time attack.

En el intento de esbozar la estrategia del fin de semana, entran en juego factores como la presión, la durabilidad y la tracción, dependientes a su vez del trazado, la temperatura, la adherencia y el agarre que proporciona el circuito en cuestión.

En una pista donde el neumático trasero siempre se gastará más y más rápido, se puede hablar de la importancia de los neumáticos asimétricos, con diferentes compuestos en cada lado. Además, este estudio viene dado por las curvas, el número de vueltas y su dirección, las mayores maestras e indicadores del éxito o fracaso del fin de semana.

Por último, los neumáticos no pueden olvidar uno de sus cometidos más importantes: la seguridad. Los pilotos de la categoría reina se exponen a altas velocidades, en las que el agarre, el famoso grip que aporta el prototipo, es un aspecto que en ningún caso se ha de pasar por alto.