La caída del francés tuvo lugar en los primeros minutos de la práctica, a falta de tres cuartos de hora para el final, después de perder el tren delantero de su Yamaha en la entrada de la cuerva 4 de Mugello, un viraje a la izquierda. En el accidente, el Diablo impactó violentamente contra el suelo, llevándose la peor parte la parte superior de su cuerpo, especialmente el hombro izquierdo. Tras deslizarse por el asfalto, entrar en la gravilla y dar alguna que otra voltereta, Fabio Quartararo se detuvo antes de las barreras, a las que sí llegó su moto.

Al levantarse se llevó de la mano al hombro, con evidentes muestras de dolor, antes de subirse a una moto de asistencia que le llevó de regreso al taller. Una vez allí, Quartararo recibió la visita de Ángel Charte, el director médico del campeonato, que llevó a cabo una primera exploración y le suministró un antiinflamatorio, para así dejarlo volver a salir a la pista.

A pesar de la incomodidad, el campeón del mundo de 2021 se subió a su segunda moto y se las apañó a última hora para meterse entre los diez primeros –terminó el quinto–, circunstancia que le permitió meterse directamente en el grupo de corredores que este sábado se verán en la segunda fila de la cronometrada.

"En la caída, Fabio se luxó el hombro izquierdo, algo que ya le había ocurrido antes. Él mismo se lo volvió a colocar en su sitio, porque ya lo había hecho en otras ocasiones", comentó Charte, nada más terminar el entrenamiento."Le dejé volver a salir para que ahora le mandemos a un hospital de Florencia, para que se le realice una resonancia magnética del hombro izquierdo", añadió el doctor.

A la espera de que las exploraciones que se le realicen no dejen a la vista ninguna lesión más grave, no parece que la participación del buque insignia de Yamaha esté comprometida con vistas a la jornada de este sábado, en la que se celebrará la cronometrada y la carrera al sprint, y tampoco para la del domingo.