La FIM prohíbe también a los pilotos rusos y bielorrusos

Siguiendo las recomendaciones del Comité Olímpico Internacional (COI), la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) ha anunciado de manera oficial su decisión de negar a rusos y bielorrusos el beneficio de participar en eventos organizados que involucren o representen a la misma.

El organismo rector del motociclismo ha anunciado así, la prohibición de competir en los eventos organizados por la federación, incluido MotoGP y campeonatos como el WSBK a pilotos y equipos con licencias rusas y bielorrusas.

De esta manera, la organización -con impacto a nivel internacional- procederá a cancelar los eventos que se deberían haber celebrado en Rusia, Bielorrusia y Ucrania, e intentará compensar esta ausencia buscando otros países sustitutos donde celebrar estas citas.

La conclusión -llevada a cabo en una reunión extraordinaria y conocida hace escasos minutos, en vísperas del inicio de la temporada de MotoGP en Qatar- tendrá efecto inmediato, y los principales afectados serán, entre otros, los campeonatos de MotoGP, WSBK y MXGP.

Algunas de las medidas que podemos encontrar entre estas sanciones son la de suspender la emisión de licencias futuras o la de ya distribuidas, sumadas a la exclusión de todo piloto, equipo u oficial ruso o bielorruso de los eventos o actividad bajo la autoridad de la FIM.

A este nuevo reglamento se suman la suspensión de la inscripción y cancelación de todos los eventos de la FIM, y sus encuentros internacionales, así como los campeonatos del mundo.

Esta postura por parte de la federación no coincide con el procedimiento adoptado por parte de la FIA, ya que esta organización anunció recientemente un código de conducta para los pilotos de procedencia rusa o bielorrusa. 

De esta manera, se puede apreciar un contraste entre la firme postura de la FIM respecto a la FIA, que acepta la presencia de naturales de Rusia y alrededores, siempre y cuando se cambien a una licencia neutral y siguieran ciertas directrices.

La misma tampoco coincide con la postura adoptada por Gran Bretaña y Alemania, quienes han apostado por prohibir que pilotos, equipos y comisarios rusos o bielorrusos compitan en campeonatos de cuatro ruedas en su territorio.