Tres Grandes Premios para intentar cerrar de mejor manera una temporada por debajo de las expectativas. Tres Grandes Premios para alcanzar el objetivo del segundo puesto en el campeonato de constructores, que por el momento no está completamente fuera de alcance, fijado por el Presidente de Ferrari después del Gran Premio de Brasil. Las Vegas es la primera oportunidad para mostrar una reacción de orgullo desde Maranello.

A nivel de desarrollo, el SF-25 ya lleva mucho tiempo detenido, por lo que uno de los elementos que puede marcar la diferencia es la capacidad de leer bien el fin de semana y trabajar en la ejecución. La ronda estadounidense se presenta como una de las más complicadas de la temporada, debido a las bajas temperaturas que ponen a prueba la gestión de los neumáticos y aumentan el riesgo de graining.

Un fenómeno que se vuelve aún más delicado por la configuración del asfalto y por las características particulares del trazado. El asfalto presenta numerosas irregularidades pero, al mismo tiempo, una rugosidad reducida que lo hace bastante liso: una combinación que limita el agarre generado por los neumáticos. Un punto especialmente delicado para Ferrari, notoriamente sensible a las variaciones de altura.

En Las Vegas Ferrari tendrá buzos diferentes a los habituales: una mezcla de colores históricos para celebrar la asociación con Puma.

Photo by: Ferrari

Los largos rectilíneos, los reglajes descargados y la escasez de curvas de alta velocidad reducen drásticamente la capacidad de generar temperatura en la carcasa, mientras que la superficie del neumático está sometida a constantes oscilaciones térmicas. Se vuelve entonces crucial encontrar el equilibrio adecuado, no solo en la clasificación, sino también a lo largo de toda la carrera.

No es un secreto que el SF-25 sufre más en la vuelta lanzada que en la larga distancia. El jefe del equipo del Cavallino, sin embargo, está convencido de que los progresos alcanzados en las últimas citas, sobre todo en el frente de la ejecución y de la comprensión de los neumáticos, gracias a un análisis profundo de los datos y ya no "a ciegas", son la prueba de que Ferrari puede aspirar a confirmarse también en Las Vegas.

"Las Vegas es un evento único en el calendario: la atmósfera, el programa —con la carrera disputándose el sábado por la noche— y el propio trazado lo convierten en algo especial. En las últimas citas hemos ofrecido actuaciones sólidas y hemos sido capaces de pelear adelante; apuntamos a repetirnos también este fin de semana. En Las Vegas será particularmente importante centrarse en todos los desafíos específicos que presenta este circuito", comentó Vasseur.

Charles Leclerc, Ferrari

Foto di: Andy Hone/ LAT Images via Getty Images

Son elementos bien conocidos por el Cavallino. En Las Vegas se correrá con reglajes descargados y no sorprenderá ver una SF-25 configurada de manera similar a Monza, pero sin esas largas curvas que en Italia habían evidenciado la falta de carga desde el fondo respecto a Red Bull y McLaren. Sin embargo, esto también significará poder generar menos temperatura en los neumáticos para la clasificación, motivo por el cual aquí a menudo se ha jugado entre una o dos vueltas de preparación.

Algunas características tendrán ciertamente su peso, pero en Nevada el aspecto decisivo será el que Vasseur ha subrayado repetidamente a lo largo de la temporada: entender cómo hacer funcionar los neumáticos. En las curvas lentas, de hecho, el agarre mecánico se vuelve determinante y, si los neumáticos no se llevan a su ventana de funcionamiento ideal, el riesgo es perder más tiempo del debido por las características del monoplaza.

"Manejar los neumáticos con temperaturas muy bajas será una vez más un factor clave, así como interpretar correctamente la carrera para identificar las mejores oportunidades estratégicas. Como siempre, nos concentraremos en nosotros mismos, asegurándonos de no dejar nada sin explotar en términos de rendimiento".