Suscríbete

Regístrate gratis

  • Accede rápidamente a tus artículos favoritos

  • Gestión de alertas sobre noticias de última hora y pilotos favoritos

  • Haz que se oiga tu voz comentando artículos.

Motorsport prime

Descubre los contenidos premium
Suscríbete

Edición

Latinoamérica
Artículo especial

'Stroll y su método'

¿Está Lawrence Stroll haciendo un movimiento arriesgado con la compra de acciones de Aston Martin? El empresario se enfrenta a un camino nuevo.

Lawrence Stroll, Propietario, Racing Point

Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images

Para entender lo que pasa actualmente con el propietario de Racing Point y la deslumbrante adquisición de Aston Martin, hay que empezar por el principio más simple: Lawrence Stroll es multimillonario y no se pelea con sus dólares.

Quien piense que el papá de Lance es un empresario testarudo, que se mete en cosas que no sabe, y que únicamente desea impulsar la carrera de piloto de su hijo, cueste lo que cueste, podría estar equivocado.

Con todo y sus caprichos el señor Stroll es un hombre de éxito, justamente por eso es uno de los cien hombres más ricos de Canadá y uno de los mil más acaudalados del mundo. Un feliz habitante de las listas de Forbes.

La fortuna Stroll comenzó a gestarse en Montreal, dentro del negocio de bienes raíces y después Lawrence, encontró su propio método para desarrollar ganancias descomunales, a través de peripecias financieras.

Se asoció, por ejemplo, con diseñadores de moda, marcas de ropa, en épocas donde sus productos se encontraban a la baja, digamos que cuando casi se podían adquirir en supermercados, como Michael Kors, Ralph Lauren, Tommy Hilfiger y Pierre Cardín.

Implementando muy agresivos planes de negocio, inversiones que él mismo desarrolló y una estrategia muy disciplinada en cuanto a finanzas y marketing, el imperio Stroll ha logrado en pocos años poner a todas esas marcas de vuelta y con fuerza en el segmento premium.

Otmar Szafnauer, Director y CEO, Racing Point, y Lawrence Stroll, Propietario, Racing Point

Otmar Szafnauer, Director y CEO, Racing Point, y Lawrence Stroll, Propietario, Racing Point

Creando e interviniendo empresas con grupos de inversión, Stroll es una especie de ‘Rey Midas’ para las marcas que vienen a la baja, y eso es justamente lo que estaba esperando Aston Martin, y exactamente lo que, en su momento, rescató del colapso a Force India.

El magnate canadiense participa con el 16 por ciento en un grupo que se ha planteado como objetivo rescatar Aston Martin, para volver a colocar a la prestigiada marca británica como uno de los constructores de autos deportivos más importantes del mundo.

Comprendido. Pero para eso hace falta además de dinero, mucha tecnología que hoy en día Aston Martin no posee. Hace muchos años que Aston se mantiene vendiendo autos extraordinarios, pero sin destacar por innovación y desarrollo de nuevas tecnologías.

Racing Point recientemente remodeló sus instalaciones en Silverstone y amplificó sus capacidades de desarrollo tecnológico, mantiene una colaboración estrecha con Mercedes AMG F1, además trabajan en su túnel de viento, de modo que hay una interconexión nutrida que detonará cosas importantes en el corto y mediano plazo. De ahí está saliendo la base tecnológica.

Stroll toma marcas en decadencia para ponerlas otra vez en las alturas. ¿Esto será bueno o malo para un equipo de Fórmula 1?  Será bueno, hasta que las decisiones tengan que separarse de los sentimientos.

Lawrence Stroll, propietario del equipo Racing Point Force India F1 y Otmar Szafnauer, director del equipo Racing Point Force India Racing durante la foto del equipo Point Force India F1

Lawrence Stroll, propietario del equipo Racing Point Force India F1 y Otmar Szafnauer, director del equipo Racing Point Force India Racing durante la foto del equipo Point Force India F1

Y es que la historia de la máxima categoría nos enseña que la pasión no es buena consejera. Muchos entusiastas, apasionados, enamorados, de las carreras han perdido fortunas generacionales. ¿Recuerdan a Lord Hesket?

Es inevitable pensarlo: Lawrence Stroll, en este negocio, está pisando la delgada línea entre la razón y la pasión a causa de que su hijo está involucrado, que no es cosa menor.

Sin embargo, el hombre tiene un curriculum vitae. Su ranking entre los grandes millonarios a nivel mundial nos habla claramente de que tiene habilidad para salirse con la suya, aún en mundos comprometidos o desconocidos; eso lo demuestra su paso del sector inmobiliario al de la moda, y después al de los autos.

Muy bien, pues ojalá sea razón y no pasión. Pero, ahora, el momento de la pregunta que nos hacemos los mexicanos: Dentro de todo esto, ¿Qué papel juega Sergio Pérez?

Pues ahora mismo no será otra cosa que el de un piloto comprometido con el equipo y su máximo dirigente, mediante un contrato de tres años que se espera sea respetado no solamente por los términos legales que implica… hay más.

Para explicarlo mejor: porque a partir de la temporada 2021 la entrada en vigor del nuevo reglamento técnico de F1, implica que la escudería requiere la experiencia que ha acumulado Checo Pérez, quien conoce al equipo, el personal y sus procesos, como decimos coloquialmente, al dedillo. Y porque quien quiera comprar en el mercado esas características, a un año de distancia, tendrá que pagar demasiado.

Aunque me gusta el optimismo, es muy natural pensar que el dueño del equipo buscará la manera de favorecer a su hijo como piloto, yo lo identifico como el fenómeno de los dos Lawrences, miren ustedes:

‘Lawrence-papá’ es el que ‘siente’ las cosas y no escatima para comprarle a Lance lo que necesite. Nuestro ‘Lawrence-millonario’ ‘piensa’ que desde el rescate de Force India Sergio Pérez jugó un papel importante para el negocio, porque respaldó las acciones legales que salvaron los empleos en la planta de Silverstone.

Si a ello sumamos que la productividad general de Pérez ha sido un buen aporte en puntos y premios, además de la retroalimentación que entrega al sistema de trabajo del director técnico Andy Green, podemos pensar que la plaza del piloto mexicano -hoy por hoy- está en números negros.

Ahora, vamos a plantearnos el otro lado de la historia ¿Qué tan conveniente es para Checo Pérez enrolarse en este nuevo proyecto a largo plazo?

Sergio Pérez, Racing Point

Sergio Pérez, Racing Point

Gracias al buen cierre de 2019 que tuvo Racing Point, desde la mitad de la temporada, es entendible pensar que hay un crecimiento técnico que podría colocarlo en la pelea, otra vez, por el cuarto lugar del Mundial de constructores. Pero…

Mucho ojo con esto: hermanarse con Aston Martin como fábrica no es el gran parteaguas que se quiere pensar, ya que la compañía británica por ahora dista mucho de ser un fabricante tecnológico, como sí lo son Mercedes, Ferrari, Red Bull, McLaren y Renault. Eso se va a cocinar a fuego lento.

Pero queda claro que bajo el método del señor Stroll y sus inversionistas, el objetivo es alcanzable y claro: darle crecimiento fuerte a las dos entidades; por un lado en el terreno de competencia a la escudería de Fórmula 1 y, por el otro, a la fábrica de autos deportivos que necesita reposicionarse con urgencia.

También lee:

Al Gran Circo le viene bien contar con una marca de abolengo, al consorcio de Lawrence Stroll le consolidaría un éxito en las Grandes Ligas de la industria automotriz, y al panorama deportivo le suma otro protagonista en mitad de la parrilla, pero éste, ahora con recursos y fortaleza tecnológica suficientes para sortear la inestabilidad.

De manera que el ‘Método Stroll’ tendría que funcionar aquí también, así lo dicen los números y sus antecedentes, aún cuando mucha gente tiene dudas de que a la solidez del método le pueda ganar el calor de la pasión. Veremos.

GALERÍA: Aston Martin en la F1

Carroll Shelby, Aston Martin DBR4/250
Carroll Shelby, Aston Martin DBR4/250
Carroll Shelby, Aston Martin DBR4/250
Carroll Shelby, Aston Martin DBR4/250 y Chris Bristow, Cooper T51 Borgward
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250
Un mecánico trabajando en el Aston Martin DBR4/250 de Roy Salvadori
Maurice Trintignant, Cooper T51 Climax, delante de Carroll Shelby, Aston Martin DBR4/250
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250, delante de Chris Bristow, Cooper T51 Borgward, pasan por el BRM P25 de Ron Flockhart que quedó fuera de la competencia.
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250 y Maurice Trintignant, Cooper T51 Climax
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250
Carroll Shelby, Aston Martin DBR4/250
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250
Roy Salvadori, Aston Martin DBR4/250
Maurice Trintignant, Aston Martin DBR5/250 y Jim Clark, Lotus 18 Climax
Roy Salvadori, Aston Martin DBR5/250
Roy Salvadori, Aston Martin DBR5/250 y Dan Gurney, BRM P48
Un mecánico trabajando en el Aston Martin DBR5/250
Maurice Trintignant, Aston Martin DBR5/250
21

Forma parte de la comunidad Motorsport

Únete a la conversación
Artículo previo ¿Cómo afecta la entrada del Brexit a la F1?
Artículo siguiente Marko: Leclerc, el mayor talento surgido fuera de Red Bull

Comentarios destacados

¿No hay comentarios. Por qué no escribes uno?

Regístrate gratis

  • Accede rápidamente a tus artículos favoritos

  • Gestión de alertas sobre noticias de última hora y pilotos favoritos

  • Haz que se oiga tu voz comentando artículos.

Motorsport prime

Descubre los contenidos premium
Suscríbete

Edición

Latinoamérica