El Mundial de MotoGP incorporará a partir del Gran Premio de San Marino de este fin de semana una especie de ceremonia protocolaria que obligará a los pilotos a formar, unos minutos antes de la salida de la carrera del domingo, al frente de la parrilla para rendir homenaje a la bandera del país que celebra el evento en cuestión y mientras suena el himno de rigor. Este formato viene siendo utilizado desde hace ya varios años en el Mundial de Fórmula 1.

Hasta ahora, los corredores de MotoGP se mantenían en su posición en parrilla, algunos atentos a las indicaciones de sus técnicos, otros buscando concentración antes de la salida. Ahora, el promotor los quiere a todos firmes delante de la pantalla. "No estaba al corriente, la verdad. Cada vez nos piden más cosas; algún día explotaremos. Pero nosotros no decidimos este tipos de cosas", fue la respuesta de Marc Márquez cuando se le preguntó por esa modificación en el protocolo que él desconocía.  

Enterarse por los periodistas de ese cambio de última hora fue la forma de mosquear un poco al español, que hasta ese instante había tenido una jornada bastante plácida en pista. En el circuito Marco Simoncelli, el #93 dejó atrás los sufrimientos que le acompañaron en Barcelona, un trazado con muchas más curvas a la derecha que el italiano. 

"Este es mejor circuito que Montmeló para mi estilo de pilotaje", planteó. “Pero allí solo Alex fue mejor que yo", añadió en referencia a su hermano, que le batió en la prueba larga. 

"Esta mañana sufrí un poco. Sentía la moto muy rígida, con muchas sacudidas. Me peleaba con la moto”, convino el multicampeón, que en el primer entrenamiento finalizó el quinto. “Por la tarde, en cambio, hice un reset y cambié mi conducción. A partir de entonces fui mucho más consistente", prosiguió el catalán, que en la práctica de por la tarde no dio opción a nadie. Ni siquiera los italianos, que utilizan estas instalaciones muy habitualmente para rodar. 

Pese a liderar, Márquez explicó que no todo estaba en su sitio, cosa que lleva implícita el margen de mejora que cree tener: "Aquí sentí la moto muy rígida en comparación con Montmeló. En la curva más rápida me faltaba confianza". 

Un agarre que, a diferencia de Barcelona, ayuda a los pilotos. "El agarre es muy bueno, pero hay muchos baches pequeños. La moto tiembla mucho", dijo. "Pero tiembla para todo el mundo", añadió el líder absoluto y destacado del mundial de MotoGP.