Quartararo pide "más motor" a Yamaha en Austria

Hace dos semanas, en Silverstone, el francés arrancó el último y se podría decir que casi tocó fondo, sobre todo por el estado de ánimo que exhibió durante la mayor parte del fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña.

En Austria, el Diablo se presentó con una actitud distinta y tras hacer un cambio de chip, basado en olvidarse de las limitaciones de la M1 que conduce para centrarse en buscar su valor máximo de rendimiento, sea cual sea. Este viernes, Quartararo consiguió el noveno mejor registro del entrenamiento que generó el corte entre la Q1 y la Q2, después de finalizar el segundo en la toma de contacto de por la mañana.

El tiempo que le traslada directamente a la segunda eliminatoria de la cronometrada de este sábado fue una décima más lento que el que le valió en 2022 para colocarse el quinto en la parrilla de salida. De repetir plaza, esa sería la segunda mejor posición de arranque de este curso, solo superado por la cuarta que ocupó en Assen.

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En el Red Bull Ring, donde Ducati acumula seis triunfos en las siete visitas que se han producido desde su reinserción en el calendario (2016), el campeón del mundo de 2021 sabe que las pasará canutas por el descomunal músculo de las ocho motos de Borgo Panigale, a quienes ahora se suman las Aprilia y la KTM de Brad Binder, ganador en este escenario hace dos años, en aquella caótica prueba marcada por el aguacero que cayó al final.

"El tiempo de hoy es más o menos el que hice en la cronometrada de la temporada pasada. Puede que hubiera podido mejorar una décima o una décima y media, pero el límite es ese", convino Quartararo, que después de darle la vuelta a la moto en Silverstone parece haber encontrado una configuración que mezcla bien la parte aerodinámica con el escaso tirón del motor de su prototipo.

"En los últimos tres años, Yamaha ha probado cinco o seis paquetes aerodinámicos y ninguno funcionó. El problema con los anteriores era que la moto se convertía en mucho más pesada. Ahora también pasa un poco, porque las alas son grandes, pero creo que es algo mejor", añadió el #20, que se quedó a seis décimas del tiempo que le sirvió a Marco Bezzecchi para establecer un nuevo récord de la pista.

"Ahora, el problema es que necesitamos más motor, que no tenemos. Hay que encontrar el equilibrio, porque incluso en la recta principal, que es corta, perdemos unos ocho kilómetros por hora", finalizó Quartararo.