Hamilton rojo

En marzo del año pasado, Lewis Hamilton compró por más de 1 millón de euros la LaFerrari, un auto sin comparación entre sus contemporáneos, la más absoluta seducción para un piloto de su calibre. No fueron pocas las notas que jugaron con el doble sentido de la adquisición del ingles. “Hamilton a Ferrari” coincidían, para después aclarar que se trataba solamente de la compra de un vehículo para ampliar su colección de autos deportivos.

Como acto reflejo, y para evitar otra tentaciones, Mercedes blindó al británico por una suma estimada, nunca oficializada, de U$S 45 millones anuales hasta 2018. Hamilton respondió con el segundo titulo del mundo para la marca con una contundencia radical, incluso superior a la temporada 2014. El constructor germano volvió a tocar el cielo con las manos con uno de sus hijos pródigos, a quien cobijó desde 1998, cuando Lewis apenas reportaba 13 años.

Hamilton lleva dieciocho años “atado” a Mercedes, contando el vínculo con McLaren cuando portaba la motorización alemana. El campeón dice estar en la mejor escudería posible, pero no descartó algún día calzar el rojo Maranello. Lejos de los traumas, también calificó que de no llegar a Ferrari antes de su despedida de la F1, no seria dramático. Pero la realidad después de 3 carreras, sugiere acaso una revisión al horizonte próximo?…

Hoy Rosberg es el hombre, Hamilton tuvo problemas de fiabilidad, pero entre el debe y el haber, sus errores conductivos le ganan largamente a la integridad del auto. El inglés sonríe como quien no tiene grandes deudas con su categoría como piloto, y con la arrogancia de una F1 que se priva de tenerlo peleando adelante entre los grandes candidatos. Ironiza, camina despacio, posa y se aleja. Hamilton no tiene estímulos. Un título más con Mercedes, sería monotonía para sus características deportivas.

Que pasa con un piloto que ganó tres títulos, superó los 30 años, se considera el mejor y necesita incentivos?… todas las matrices de la historia indican que el cielo se ilumina con el “cavallino” como si fuera la heráldica murciélago de Batman en ciudad gótica. Es decir intentan llegar a Ferrari. Y el contrato con Mercedes? y Vettel?, y la transición de Kimi?. Nada que el británico deba responder, en todo caso será un problema de abogados. Llegará el momento en el que el triple campeón vea todo rojo en el horizonte como un nuevo amanecer . Hamilton, un gigante dormido que sólo un corcel rebelde puede despertar.