Bagnaia quiere explicaciones de Ducati ante lo sucedido en Austria

A diferencia de lo que ocurrió en la prueba corta del sábado, el italiano arrancó bien el domingo, pero poco a poco fue perdiendo fuerza. Se le vio poco fluido y sin pegada, y poco a poco fue cayendo para atrás, muy vulnerable, y quedó a merced de los lobos que se le tiraron al cuello. Especialmente ilustrativos fueron los adelantamientos de Pedro Acosta, primero, y de Fermín Aldeguer, después, a quienes Pecco Bagnaia no fue capaz de dar réplica.

Si el abandono del sábado hizo que todas las miradas se dirigieran hacia Michelin –el suministrador afirmó no haber encontrado nada raro en la goma trasera de la discordia–, la poca velocidad del domingo le llevó a pedir explicaciones a Ducati. El turinés no se encuentra a gusto encima de la Desmosdedici GP25 ya desde la pretemporada, y sus sensaciones no han mejorado con el avance del calendario, circunstancia que empieza a molestarle.

"Ha pasado aquello que lleva pasando todo el año. Lucho y lo doy todo. Pero esta vez, dándolo todo, terminé el octavo. Quien ha ganado lo ha hecho en el tiempo que me llevó a ganar a mí el año pasado. O sea que el potencial lo tengo", resumió Bagnaia, lógicamente muy serio, ante las cámaras.

"Yo no sé porque no me salen las cosas. Marco Bezzecchi y Marc Márquez lo hacían todo mejor que yo. Que yo llegue a 12 segundos en un circuito en el que siempre marqué la diferencia es algo que no entiendo, y que nunca entenderé", añadió el #63, que este domingo fue mucho más claro con Ducati, a la hora de pedir explicaciones, que el sábado con Michelin. 

"Siempre voy concentrado, nunca he perdido la cabeza. Pero hoy no pude acelerar, me adelantaban todos al salir de las curvas. Espero que me lo explique Ducati; porque se me está acabando la paciencia", ahondó Bagnaia, que en cinco días llegará a Hungría, la próxima cita, 55 puntos por detrás de Alex Márquez, con quien este fin de semana perdió otros siete puntos, a pesar de la 'long lap' que tuvo que cumplir el de Gresini.