'Alonso sigue siendo un imán', por Mauricio Gallardo
Admirado u criticado, la eventual presencia de Fernando Alonso en el Dakar 2020 no pasará desapercibida para nadie en el deporte motor, escribe Mauricio Gallardo.
Foto de: Toyota Racing
El reciente anuncio de Toyota sobre el programa de pruebas con Fernando Alonso, de cara a una posible participación del asturiano en el Rally Dakar 2020, donde podría ser navegado por el legendario Marc Coma, puso en evidencia un fenómeno muy particular y que rodea al español haga lo que haga.
Alonso es uno de esos pilotos que mueve, casi en una misma proporción, gente que lo apoya o que lo cuestiona, pero mientras tanto él demuestra que aún tiene peso en el deporte más allá de la Fórmula 1 y eso es un capital que nadie se quiere perder.
Lo más curioso y que resulta hasta cómico, es la cantidad de gente que dice no seguirlo, pero que está atenta a cada paso que da.
"Que se manejó mal"; "que es mal compañero"; "que es soberbio"; "que ya pasó su hora", es común leer cosas así cada vez que Alonso genera ruido. No les simpatiza pero le dedican mucho tiempo.
Lamentablemente es común que muchas personas ocupen su tiempo en seguir a gente que no les agrada, remarcando en otros frustraciones propias.
Lo de Alonso es una pequeña muestra y basta ver las redes, donde la crítica destructiva abunda, solo porque es gratuita.
Alonso fue a Indy 500 y más allá de que por el momento no cumplió su objetivo, quedó claro que su presencia no pasó inadvertida. Para los medios, para sus seguidores y sí, otra vez, para sus detractores que allí estaban esperando para verlo fracasar.
Cuando encaró su compromiso en el WEC, el Mundial de Resistencia lo recibió con los brazos abiertos porque sabían que habría más impacto en un presente complicado del mundial de endurance. Y Alonso volvió a cautivar a los suyos y también arrastró a los que siempre esperan verlo fallar. Allí no les dio con el gusto.
Ahora, podría ser el rally raid su próximo paso y de vuelta, el Dakar sacará provecho de contar con él. No cabe duda que si se concreta, su imagen estará a la par de los consagrados. Y una vez más su ejercito de fanáticos lo acompañará, al igual que aquellos que lo siguen para verlo tropezar.
Eso es Fernando Alonso, ni tan único como creen sus fans, ni tan de vuelta como dicen sus críticos. Por más que guste o no, siempre es noticia, su foto pesa, su palabra es escuchada, su aporte a la industria desde el punto de vista de los negocios también sigue alto y eso seguro es algo que ya miden en el Dakar.
El error de algunos es creer que porque ya no pesa en F1, su aporte al motorsport está terminado. Nada más lejos de la realidad. Si finalmente se concreta su participación en Arabia Saudita, acaso tras la llegada de Sébastien Loeb al Dakar, la de Alonso podría ser la más rutilante de los últimos tiempos. Creo que coincidimos en que nadie querrá perdérselo, ni la prensa especializada, ni sus seguidores, ni mucho menos sus detractores, que al final de cuentas,son quienes más pendientes están de su accionar, solo que ahora quedan expuestos.
A propósito, ¿cómo creen que le puede ir a Fernando Alonso si disputa el Dakar?
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