Un año después: Recordando el final más infame de NASCAR en Richmond

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar un piloto para ganarse su entrada en los playoffs de la NASCAR, y en qué momento decide el organismo sancionador que es demasiado lejos? Bueno, hace un año esta semana, Austin Dillon respondió a ambas preguntas en Richmond Raceway.

NASCAR regresa a la pista corta de Virginia el sábado por la noche, pero no esperes que iguale la locura del final del año pasado. El 11 de agosto de 2024, Dillon fue inesperadamente rápido, y parecía ser un legítimo aspirante a la victoria de la carrera.

Se abrió camino alrededor de  DennyHamlin por el liderato en las últimas vueltas de la carrera, y se perfilaba como una de las mejores carreras de su carrera. Sin embargo, a menos de dos vueltas para el final, se produjo un accidente que forzó la carrera a la prórroga.

En la reanudación, Joey Logano adelantó a Dillon y le arrebató el liderato. Iba a ser una derrota desgarradora para Dillon, que necesitaba la victoria para entrar en los playoffs. También se enfrentaba a una racha de casi dos años sin ganar.

Caos y calamidad 

Pero cuando los líderes entraron en la curva 3 en la última vuelta, Dillon condujo mucho más profundo de lo que nadie se atrevería en Richmond. No le importaba tomar la curva. No, sólo quería llegar al parachoques trasero del No. 22 amarillo justo delante de él. Los datos de la SMT del final de la carrera dejan muy claras sus intenciones.

Logano hizo un trompo contra el muro, pero en ese momento, Dillon estaba muy arriba en la pista. Había despistado a Logano del liderato, pero aún así iba a perder la carrera al colarse Hamlin por el interior. Fue entonces cuando Dillon decidió doblar por la pista, enganchando descaradamente a Hamlin por el exterior y adjudicándose la victoria de la carrera.

"Nunca nos van a tomar en serio como deporte porque no tenemos un arbitraje real", dijo Hamlin en una rueda de prensa posterior a la carrera. 

Logano estaba furioso, diciendo a los medios de comunicación reunidos: "Es un pedazo de mierda. Es una mierda. Ha apestado toda su carrera y ahora va a estar en los playoffs. Bien por él, supongo".

Austin Dillon, Richard Childress Racing Chevrolet

Foto: Getty Images

Fue un final impactante, y aunque NASCAR siempre ha sido conocida por su naturaleza de contacto total, incluso muchos incondicionales consideraron que la maniobra era pasarse de la raya.

Además de la nube oscura sobre el final, un furioso Logano estaba conduciendo imprudentemente por el pit lane en su coche dañado, obligando a la familia de Dillon a saltar fuera del camino y provocando la furia de los oficiales de NASCAR. El resultado fue una multa de 50.000 dólares para Logano, pero ¿qué pasó con Dillon?

Bueno, la victoria se mantuvo, pero después de varios días de deliberaciones, la NASCAR tomó la decisión sin precedentes de eliminar a Dillon de los playoffs de la NASCAR Cup. Sus acciones fueron lo suficientemente atroces como para que le negaran un puesto en los playoffs, al tiempo que le permitían conservar la bandera a cuadros manchada.

Austin Dillon, Chevrolet de Richard Childress Racing

Foto: Sean Gardner / Getty Images

Fue un momento que puso a prueba los límites de lo que es aceptable en el mundo de las carreras de stock cars, y mostró lo desesperados que están los pilotos y los equipos por llegar a los playoffs. En la carrera de este fin de semana, 19 pilotos (incluido Dillon) se enfrentan a una situación en la que deben ganar cuando sólo quedan dos carreras de la temporada regular. Hay millones de dólares en juego para cualquier equipo que pueda ganar su camino a la postemporada, así como una oportunidad para el mayor premio de NASCAR.