Checo Pérez cubre distancia de un gran premio y medio en su primer test con Cadillac
El equipo americano se unió a sus mecánicos junto a los del Cavallino en el primer día de pruebas en Imola. Pérez recorrió 457 km o 99 vueltas al Enzo y al Dino Ferrari al volante del SF-23 negro. El objetivo era entrenar a los mecánicos y aprender los procedimientos. Mañana se repetirá, quizás con la adición de prácticas de parada en boxes.
Cadillac... alumno de Ferrari en Imola. La escudería estadounidense que debutará en el Mundial de F1 de 2026 vivió una jornada de gran aprendizaje en el Enzo y Dino Ferrari de Imola junto a los hombres del Cavallino Rampante.
Para ser precisos, 25 miembros de Ferrari se unieron a otros tantos de Cadillac, bajo la supervisión de Graeme Lowdon (director del equipo), Peter Crolla (director del equipo) y Caroline McGrory (directora jurídica) de la naciente escudería.
Un Ferrari SF-23 completamente negro, que la Scuderia puso a disposición de Cadillac, salió a pista. Sergio Pérez volvía al volante después de casi un año de inactividad, tras la ruptura de su contrato con Red Bull. Checo llevaba un casco completamente negro, en el que sólo se podían leer las palabras "Cadillac".
A pesar de 10 meses de inactividad, Checo parecía como si nunca hubiera dejado de correr. Aparte de una excursión por la grava en Tamburello, consiguió completar el programa exigido sin ningún contratiempo.
En total, el mexicano cubrió 99 vueltas (457 km) al trazado de Imola, con un mejor tiempo de 1:18.82.
Pérez con la Ferrari SF-23 operada por Cadillac
Photo by: Jacopo Rava
"Pero ni siquiera estaba empujando", dijo Graeme Lowdon. "La prueba es sólo para entrenar a los mecánicos y aprender los procedimientos". No fue ni un entrenamiento para el piloto ni para los ingenieros. En cualquier caso, Lowdon consideró satisfactorio el trabajo realizado: "Todavía hay cosas que mejorar, pero estamos cumpliendo el programa".
Unos cuarenta aficionados se agolpaban a la entrada del paddock, esperando que Pérez saliera a comer. Pero Checo Pérez prefirió comer dentro....
La jornada terminó con las últimas luces del crepúsculo, con una vuelta de fuera a dentro. Entonces, los hombres de Ferrari y Cadillac se reunieron alrededor del monoplaza en el pit lane. Algunas personas empezaron a cantar el himno de Mameli, luego comenzó un tímido aplauso y se dio por concluida la jornada.
Mañana se espera un programa muy similar, quizá complementado con prácticas de parada en boxes, que faltaron en la "lección" de hoy.
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